Luis de Luis[1]
Nada más que 25 años, (un cuarto de siglo, se dice pronto) lleva la compañía Ultramarinos de Lucas ofreciendo teatro puro, puro teatro y, así, antes de empezar la función Marta Hurtado, Juan Monedero, Juan Berzal y Jorge Padín se presentan ante el público, con las manos extendidas y la mirada de frente, y cuentan la función; cuenta que van a contar un cuento, un cuento de verdad, un cuento de los que importan, un cuento para niños: es decir, un cuento de los que valen, un cuento que no acaba nunca.
El cuento lo escribió la danesa Janne Teller a principio de la década para narrar como Antón, un adolescente, se sube a un árbol (como el Barón Rampante de Italo Calvino) y, desde allí, desde lo alto, emite una sentencia digna de Albert Camus de “El mito de Sísifo”:“No hay significado”. El resto de los jóvenes que le rodean – bravos, ilusionados, infatigables –intentarán demostrarle lo contrario, ofreciéndole – como a un Mesías redivivo, como a un Profeta implacable – lo más valioso, lo más cierto para cada uno de ellos; lo que representa su seña de identidad, su razón de ser y cada ofrenda se acumula – con dulce crueldad – formando un túmulo que bien pudiera ser altar o pira.
Y, a partir de ahí comienza la labor de Ultramarinos de Lucas, partiendo y re partiendo el texto original, partiendo y repartiendo las tareas ( esta compañía tiene una ética de trabajo muy mosquetera) para conseguir una dramaturgia espléndida que derrama sobre el público una fábula o, tal vez, un apólogo; exento, en cualquier caso de moralejas o moralinas, que ofrece el conflicto de un grupo de adolescentes ( representados sin tópicos, soniquetes u obviedades) en su carrera contra reloj por encontrar, como los Señores de las Moscas de William Golding, un porqué, una razón de ser, una explicación si no convincente al menos convencida.
“Nada” es una dramaturgia poderosa y descarnada, limpia y sincera, que muestra y no demuestra, que da la cara y no la disfraza, que no baja la guardia, ni la mirada, que expone y no oculta,
Ya lo dije antes, quizás no esté de más repetirlo; “nada” es, pura y sencillamente, teatro puro, puro teatro. Nada más.
Una lluvia que llueve
Un pensamiento,
Un abismo entreabierto
Nada de nada
Cecilia
- Luis de Luis es crítico teatral
Autora: Janne Teller
ULTRAMARINOS DE LUCAS
Dirección: Jorge Padín
Intérpretes: Marta Hurtado, Juan Monedero, Juan Berzal, Jorge Padín
Dramaturgia: Jorge Padín
Vídeo: Israel Calzado
Producción: Ultramarinos De Lucas