Un libro recrea la historia del Spartak Moscú

Aunque con el equívoco título de ‘Fútbol y poder en la URSS de Stalin’, lo cierto es que el libro editado por Altamarea y escrito por el profesor italiano Mario Alessandro Curletto, es una trayectoria del nacimiento e inicial historia del club de fútbol Spartak de Moscú.

Alessandro-Curletto-URSS-Stalin Un libro recrea la historia del Spartak MoscúDe hecho, de los doce capítulos en que se divide la obra, no llega a la mitad lo referido al título, el resto es la trabajada carrera hasta la fundación y primeras décadas del conocido equipo entonces soviético y hoy ruso.

Para abundar más,  la edición original del libro lleva por título Spartak Moscú, continuando como subtítulo con ‘Historia del futbol y poder en la URSS de Stalin’.

Fundado en 1922 adoptó el nombre de Spartak en referencia al conocido gladiador rebelde Espartaco, gracias a Nikolai Stárostin (1902-1996) que, junto a sus hermanos, tiene un monumento en el actual estadio del conjunto ruso. También diseñó su escudo en 1935, rombo rojo y raya blanca con la letra C en el centro. Es la figura principal en que se basa el libro, su historia, que corre paralela al Spartak Moscú, el equipo de la camiseta roja con banda blanca.

Naródnaya komanda (el equipo del pueblo) como todavía es conocido, leyendo sus páginas se explica perfectamente esa frase, la simbiosis de los que no tuvieron patrocinio de ningún organismo del poder soviético y su identificación con el pueblo moscovita y que representa más que un simple club de fútbol.

La mayor rivalidad siempre ha sido con el Dinamo Moscú, equipo ligado a las fuerzas de seguridad, al Ministerio del Interior, que dirigía Lavrenti Beria (1899-1953) y que, celoso de los éxitos deportivos del Spartak, mandó al gulag a Stárotin y sus hermanos por una represalia deportiva. Por su parte, el CSKA está vinculado al Ejército, el Torpedo a la industria automovilística y el Lokomotiv al Ministerio de Transportes.

En el recorrido histórico se menciona en el capítulo VII a la selección vasca ‘Los vascos’ que estuvo en la entonces Unión Soviética en 1937 y que de los muchos partidos disputados tan solo perdió uno, 6-2 ante el Spartak, eso sí, con cierta ayuda arbitral. También se recuerda que tuvieron que volver a jugar una semifinal de la Copa de la URSS, tras haber ganado ya el título, por una decisión política. Aun así y todo, volvieron a derrotar de nuevo al equipo del Dinamo Tbilissi.

Los tres capítulos del IX al XI cuentan la represión y falsas acusaciones a los Státorin y cómo decayó el Spartak por causa de la guerra, aunque tuvo un momento de gloria al disputar un partido en Stalingrado, tres meses después de su liberación. Por su parte, las peripecias vitales de Nikolai Stárostin le costaron doce años en el gulag, e incluso motivaron un enfrentamiento entre el propio hijo de Stalin con Beria.

En lo que hace referencia a la historia posterior del club, y que no aborda la obra del profesor genovés, habría que citar varios datos, entre ellos, que hasta 1961 no gana la liga soviética un equipo de fuera de Moscú. Así, el primero fue el histórico Dinamo Kiev de Ucrania, que además tiene el récord de títulos de la antigua Unión Soviética, un total de 13, tan solo uno más que el Spartak.

Uno de los lemas de los aficionados y jugadores del Spartak es «¿quiénes somos? ¡Somos la carne!» (en ruso: «Кто мы? Мясо!», «Kto my? Myaso«) como también son conocidos debido a sus inicios vinculados a una fábrica de productos cárnicos. La canción soviética ‘Katiusha’ y otras populares rusas son cantadas en el estadio por los aficionados para apoyar al equipo. Entre los seguidores del equipo se encontraban los escritores Yuri Olesha (1899-1960), Lev Kassil (1905-1970) y el actor Mijail Jansín (1902-1976).

El Spartak es el único equipo de la etapa soviética en ganar Liga y Copa dos años consecutivos, fue en 1938 y 1939, gesta no igualada. También sufrió un descenso a la segunda división, por primera y única vez en su historia en 1977. Jugadores leyendas y vinculados al club antes y después de lucir sus colores han sido el mejor portero soviético durante cinco años, Rinat Dasayev –quien se retiró en el Sevilla- y Valeri Karpin–jugó en España en el Celta, Valencia y Real Sociedad-. Más recientes se pueden citar a Dmitri Alenichev, Oleg Romantsev, Andrei Tijonov y Yegor Titov.

De su periplo europeo destacar que ha alcanzado tres semifinales europeas pero nunca ha disputado una final. La primera fue en la Copa de Europa 1990-91 donde tras eliminar al Nápoles y Real Madrid fue eliminado por el Olympique de Marsella. En la Recopa 1992-93 tras dejar fuera a potentes equipos como el Liverpool y Feyenoord cayeron ante el Real Amberes. La última semifinal fue en la Copa de la UEFA 1997-98 donde tras superar al Karlsruher alemán y el Ajax cayó ante el que luego sería campeón, Inter de Milán. Por su parte, mantiene buenas relaciones internacionales con el Estrella Roja de Belgrado –equipo con el que estrenó su nuevo estadio- y el Olympiacos griego.

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La estatua de Espartaco preside la explanada de acceso al estadio del Spartak Moscú

El equipo no ha tenido estadio propio, Otkrytie Arena, hasta 2014. Con un aforo de 45 000 espectadores está ubicado en la zona noroeste de la actual capital rusa, en el distrito de Túshino Su exterior está compuesto por rombos rojos y blancos –por el escudo del club- y recuerda a una armadura por la alusión a Espartaco, que da nombre al club.

Es el club ruso con más seguidores en la red social Facebook con 747 609 y uno de sus grupos ultra se llama precisamente Gladiadores.

Por último, hay que recordar el próximo y cercano Mundial de fútbol en Rusia –se jugarán cinco partidos en el estadio del Spartak- y que 60 eurodiputados piden a los gobiernos el boicot a su asistencia. También en el llamamiento a que los políticos no vayan a Rusia se encuentra el excampeón mundial de ajedrez, Gari Kasparov. Enfrente tiene a otro ajedrecista y seguidor del Spartak, Serguei Karjakin.

  • Fútbol y poder en la URSS de Stalin. Mario Alessandro Curletto
    Editorial Altamarea. Abril de 2018.
    Traducción de Alfonso Zuriaga. 16,90 euros.
    144 páginas, Prólogo, Introducción, 12 capítulos, Notas, Palmarés, Bibliografía.
Jesús Cabaleiro Larrán
Periodista. Licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad Autónoma de Barcelona, rama Periodismo con cursos de doctorado, estudios sobre Marruecos contemporáneo y el Sáhara Occidental. Más de 35 años de periodismo, la mayoría en prensa escrita, ha trabajado a ambas orillas del Estrecho de Gibraltar, casi 13 años en el extinto diario El Faro Información, en Algeciras, donde empezó de redactor y del que fue su último director y en Tánger dos años en un diario digital. Además ha participado en la mayoría de los Congresos de Periodistas del Estrecho desde el inicial en 1993 hasta 2019. Titulado en ajedrez por la UAH y UNED. Amante de Portugal. Ha publicado un libro, ‘Artículos periodísticos. Apuntes para la historia de la prensa de Algeciras’.

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