“Un pequeño favor», cine negro irresistible de Paul Feig

 “Inteligente y perversa” (leído en las marquesinas de las paradas de autobús)

Tan inteligente como maléfica, la película “Un pequeño favor”, un thriller cuajado de traiciones y mentiras, secretos y revelaciones, amor, amistad y lealtad, dirigida por Paul Feig (“Cazafantasmas”, “La boda de mi mejor amiga”), es una de esas historias que satisfacen al espectador por lo bien contadas que están y por el concienzudo trabajo de las dos mujeres protagonistas, perfectamente complementarias, en el fondo cara y cruz de la misma moneda, capaces de hacer irresistible la “mezcla de farsa y horror” que es el relato.

Un-pequeño-favor-poster “Un pequeño favor", cine negro irresistible de Paul FeigLos dos papeles principales están interpretados por una rubia guapa, Blake Lively (“Café Society”, pero también la poco convincente estrella de la serie Gossip Girl, que ha ganado en madurez y maneras y ha bordado probablemente su mejor papel hasta ahora) y la falsa ingenua Anna Kendrick (“Into the Woods”, “Dando la nota”, una revelación como actriz burlesca)

Gran parte del mérito de esta comedia dramática, o este drama con oscuros tintes cómicos donde prácticamente todos son malos, reside en un guión bien estructurado y con las dosis justas de diálogos incisivos y humor cáustico, a pesar de lo previsible de muchas soluciones, escrito a partir de la novela “Desaparecida”,  obra primeriza de la estadounidense Darcey Bell, profesora de educación infantil (editada en España por Suma de Letras, 2017), un best-seller traducido a veinticuatro idiomas que ha vendido cientos de miles de ejemplares.

Más o menos, la moraleja es que una mujer puede esconder otra dentro, Stephanie (Anna Kndrick) es una joven viuda que diariamente se graba en un videoblog, donde explica recetas de cocina y comenta otras muchas cosas, principalmente relativas a la cotidianidad de las familias vecinas y las madres como ella.

Emily (BLake Lively), otra madre joven de provocativa belleza, tiene un trabajo de ejecutiva que le obliga a estar lejos de su marido y su hijo. Ambas llevan a sus hijos a la misma escuela, donde se conocen, se hacen amigas  y un día Emily pide a Stephanie el favor de que le recoja al niño.

A partir de aquí, todo es indagar el paradero de Emily que ha desaparecido y se ha convertido en un fantasma inalcanzable…

Mercedes Arancibia
Periodista, libertaria, atea y sentimental. Llevo más de medio siglo trabajando en prensa escrita, RNE y TVE; ahora en publicaciones digitales. He sido redactora, corresponsal, enviada especial, guionista, presentadora y hasta ahora, la única mujer que había dirigido un diario de ámbito nacional (Liberación). En lo que se está dando en llamar “los otros protagonistas de la transición” (que se materializará en un congreso en febrero de 2017), es un honor haber participado en el equipo de la revista B.I.C.I.C.L.E.T.A (Boletín informativo del colectivo internacionalista de comunicaciones libertarias y ecologistas de trabajadores anarcosindicalistas). Cenetista, Socia fundadora de la Unió de Periodistes del País Valencià, que presidí hasta 1984, y Socia Honoraria de Reporteros sin Fronteras.

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