El oftalmólogo José Vicente Pérez Moreiras ha tratado desde hace décadas la patología referida a los ojos saltones como consecuencia de enfermos aquejados con hipertiroidismo. El nombre científico es orbitopatía tiroidea y afecta generalmente a las mujeres que ven cómo se inflama la órbita ocular y transforma su expresión y mirada.
Esta afección que supone que cerca de 6.000 personas la padezcan anualmente, se trataba con altas dosis de cortisona aunque no siempre funcionaba bien. A raíz de un artículo referido a la artritis reumatoide juvenil, el Dr. Pérez Moreiras buscaba un inhibidor de una de las proteínas que provocaba dicha inflamación en los ojos y encontró un medicamento estaba indicado para tratar esta patología. Esta inflamación ocular autoinmune se vincula al estrés e implica serias secuelas emocionales por lo que supone vivir con un rostro desfigurado.
Esto ha supuesto que en poco tiempo se haya realizado un ensayo clínico ex profeso y al suministrar dicho tratamiento a sus pacientes, en el 95 % de los casos, se ha resuelto perfectamente entre cuatro y siete meses tras inyectárselo.
En Estados Unidos ya está siendo utilizado y se han comprobado los mismos efectos que apuntaba el doctor español que ha publicado un artículo en la revista American Journal of Ophthalmology en donde explica el hallazgo casual que trata una enfermedad ocular con medicamentos para una enfermedad reumática autoinmune.