La Unesco ha recomendado a los Estados buscar un equilibrio entre los derechos de los emisores y los de la audiencia, dada la concentración de la propiedad de los medios de comunicación que se produce, especialmente en América Latina, que amenaza la diversidad y el pluralismo en ese sector, escribe César López Linares[1].
En el Día Internacional de la Libertad de Prensa que se celebró el 3 de mayo de 2017, la Unesco publicó el informe “Concentración de Medios y Libertad de Expresión: Normas globales y Consecuencias para las Américas”, escrito por los expertos en regulación de medios de comunicación Toby Mendel, Ángel García Castillejo y Gustavo Gómez.
En el informe, la organización hace un análisis de cómo el factor de la propiedad de los medios de comunicación influye directamente en el contenido, pluralidad y perspectiva de los mensajes que se difunden, lo cual podría ir en contra del derecho humano a recibir una variedad de información y opiniones para tomar mejores decisiones.
“Sin dudas, la concentración indebida de la propiedad debilita tanto a la libertad de expresión como a la democracia, ya que restringe el libre flujo de información e ideas en la sociedad, lo cual nos perjudica a todos”, dicen los autores en el reporte.
En países como Argentina, Brasil y México, donde los monopolios o duopolios mediáticos han existido casi desde el nacimiento de la industria de la radio y la televisión en esos países, la audiencia no ha ejercido plenamente la libertad de expresión e información, según Gustavo Gómez, profesor y consultor uruguayo en temas de regulación y políticas públicas de medios de comunicación, y quien es uno de los autores del reporte.
“No hay una completa libertad de expresión en un país si no existe un sistema de medios plural y diverso,” dijo Gómez al Centro Knight. “En el caso de existir monopolios o duopolios de medios de comunicación, como el caso de la televisión en México, corresponde citar la Declaración de Principios sobre Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos: ‘los monopolios u oligopolios en la propiedad y control de los medios de comunicación (…) conspiran contra la democracia al restringir la pluralidad y diversidad que asegura el pleno ejercicio del derecho a la información de los ciudadanos’”.
Gómez agregó que la libertad expresión se puede ver afectada sin la intervención directa de la acción estatal, con en el caso de la existencia de monopolios y oligopolios mediáticos.
La Unesco señala en su informe que en la mayoría de países de América Latina y el Caribe se está llevando a cabo un proceso de revisión y reforma de las legislaciones sobre medios de comunicación, tanto por cambios políticos como por la introducción de nuevas tecnologías, como la televisión digital.
La mayoría de esas reformas, dice el informe, toman en cuenta la problemática de la concentración de la propiedad en los medios. Inclusive, en países como Brasil, México, Bolivia, Perú y Ecuador se incluyen disposiciones que prohíben los monopolios mediáticos. Sin embargo, existen problemas en la forma en la que esas legislaciones están siendo implementadas, debido principalmente a la intervención de intereses políticos y comerciales en esos países.
“En la mayoría de los casos, las agencias de control o de regulación no están suficientemente protegidas frente a las injerencias, tanto las de naturaleza política como las del sector privado,” mencionó el informe. “Estas situaciones se ven exacerbadas por la forma abiertamente política en la cual estas leyes han sido aplicadas.”
Al conflicto de la concentración de la propiedad en medios se suma el fenómeno conocido como “propiedad cruzada”, en la que los dueños de una empresa de medios también poseen otras compañías en industrias diferentes como tiendas o bancos, o incluso en otras ramas de los medios de comunicación.
Ante esos problemas, Unesco señala en su informe diferentes recomendaciones para hallar un equilibrio entre los derechos de la audiencia de una libre circulación de opiniones y diversidad de voces, y el derecho de las empresas de medios a un desarrollo comercial.
Entre las recomendaciones mencionadas en el informe está la de hacer que las empresas de medios informen con cierta periodicidad sobre sus estructuras de propiedad, operaciones e ingresos a un organismo regulador. También, dice el informe, los gobiernos deben adoptar normas para limitar la concentración indebida de la propiedad y el control por parte de una única persona o entidad de un mercado de medios.
Asimismo, la organización recomienda crear sistemas capaces de garantizar el respeto de esas normas y de la transparencia de parte de los medios, por parte de un organismo independiente sin ninguna influencia política o comercial.
“Con la implementación de límites claros y justos a la concentración de la propiedad de los medios por parte de organismos administrativos independientes, cuyas decisiones puedan ser apeladas ante la justicia, es posible revertir estas situaciones y desarrollar un entorno donde se protejan los derechos a la libertad de expresión de hablantes y de oyentes,” concluye el informe.
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