La enviada para niños y conflictos armados de la ONU, Virginia Gamba, y la directora ejecutiva de Unicef, Henrietta Fore, advierten del riesgo inminente de muerte o lesiones que corren los menores que viven en Trípoli y sus alrededores debido a los choques armados entre las fuerzas del gobierno reconocido por la ONU y el Ejército Nacional Libio, informa Naciones Unidas.
Entre la población civil que requiere ser evacuada con urgencia de las áreas de enfrentamientos en Trípoli, la capital de Libia, y sus cercanías se cuentan unos 1800 niños, según un comunicado conjunto del Fondo de la ONU para la Infancia y la representante especial de las Naciones Unidas para niños y conflictos armados publicado este jueves 18 de abril de 2019.
Henrietta Fore y Virgina Gamba estiman que la escalada del conflicto ha causado el desplazamiento de 7300 niños y calcularon que medio millón más ha sido afectado por la violencia registrada en el occidente del país norafricano.
“Recordamos a las partes enfrentadas en Libia su obligación de proteger a los niños en todo momento, según lo estipula la ley internacional. Matar, herir y reclutar menores, al igual que atacar las instalaciones educativas, médicas e hidráulicas, violan gravemente los derechos de los niños y deben cesar de inmediato”, enfatizaron Fore y Gamba.
Asimismo, pidieron que se otorgue acceso irrestricto a las agencias humanitarias que trabajan para aliviar las necesidades de los chicos y llamaron a un alto el fuego que permita a los civiles salir de las zonas de hostilidades.
“Los niños atrapados en las áreas de conflicto están en peligro de quedarse sin alimentos ni cuidados de salud. Como no pueden moverse de esos puntos, no pueden buscar protección ni asistencia”, apuntaron.
Niños refugiados y migrantes
Fore y Gamba agregaron que alrededor de un millar de menores refugiados y migrantes que se encuentran en centros de detención también están en grave riesgo e instaron a que se les libere y se les reubique en albergues seguros hasta que se procesen sus solicitudes de asilo o se les brinde asistencia segura de repatriación y reunificación con sus familias.
En este contexto, destacaron la necesidad de que se respete el principio de no devolución y alertaron del peligro de reclutamiento, violencia sexual y rapto que encaran los niños no acompañados que están en tránsito en territorio libio.
La violencia en Libia ha provocado la suspensión del año académico y numerosas escuelas sirven como albergues a las familias desplazadas.
Debido al conflicto iniciado hace más de siete años en Libia al menos a 820.000 personas requieren ayuda humanitaria para subsistir, de ellas un cuarto de millón son niños.
La inestabilidad en el país petrolero del norte de África comenzó en 2011, cuando los opositores a Muammar Al-Qadhafi derrocaran a ese gobierno gracias al respaldo de una coalición liderada por la OTAN.
Actualmente, el gobierno reconocido por la ONU y la comunidad internacional se enfrentan al Ejército Nacional Libio, comandado por el general disidente Khalifa Haftar, quien controla el este de Libia con una administración paralela a la central.