Unos días para recordar (Bon rétablissement!), dirigida por Jean Becker ( hijo de Jacques Becker, uno de los grandes del cine francés, Conversaciones con mi jardinero, Mis tardes con Margueritte), es una entretenida e inocente comedia veraniega que clausuró la última edición de la Seminci de Valladolid, basada en una novela de la escritora francesa Marie-Sabine Roger e interpretada por los populares actores galos Gérard Lanvin (Cuenta Atrás) y Jean-Pierre Darroussin (Las nieves del Kilimanjaro).
Inmovilizado en un hospital con una pierna escayolada, tras sufrir una caída al rio Sena, Pierre, un tipo en torno a los sesenta años, misántropo, refunfuñón y acostumbrado al silencio de una vida en soledad, asiste impotente a las continuas visitas de familiares, amigos, otros pacientes y médicos y enfermeros del establecimiento; toda una galería de personajes contemporáneos a la que añaden notas de color una enfermera negra, un policía, una adolescente de los suburbios y un joven que se prostituye para pagarse los estudios y que fue quien le sacó del río.
Entre todos, crean un ambiente variopinto y divertido en ocasiones, cargado de humanismo de andar por casa; un ambiente que el herido aprecia poco, no ve el momento de que todos dejen de preocuparse por él y le dejen solo. Sin embargo, el contacto con personas tan diferentes acaba haciéndole cambiar algunos puntos de vista y, contra todo pronóstico, “la estancia en el hospital acaba pareciéndose a una especie de renacimiento…”.
https://youtu.be/7m6pXRV15fo
El guión no es gran cosa, incluso poco creíble el accidente inicial, pero el trabajo de los actores consigue sacar adelante hora y media de entretenimiento sin pretensiones y arrancarnos más de una sonrisa.