Vacunas para inocular el coronavirus Sars-CoV-2: ¿cuál es mejor?

Dentro de una semana se cumplirá un año de aquel anuncio tan trágico: un virus llegaba desde China y cambió nuestra forma de vivir. Atrás se han quedado muchas personas en lo que hoy llamamos la pandemia del siglo y, con ellos, la ciencia ha despertado para crear una vacuna que impida contagiarnos de nuevo.

Acerca de la eficacia de éstas se ha hablado, pero también se ha especulado y se ha escrito más de lo necesario, porque si bien es cierto que no ha habido tiempo para probar y ensayar la posible toxicidad y la verdadera respuesta inmunitaria, (una vez que nos la hayan puesto), hay que recordar que estamos preparados para neutralizar con nuestros anticuerpos las infecciones, pero con la vacuna nueva aún no se puede garantizar al cien por cien.

Las vacunas autorizadas para inocular la COVID-19 permiten evitar el virus para que no nos infectemos más (la infección se produce cuando nos han invadido los gérmenes y nuestro sistema inmunitario se pone e marcha para combatirlo).

La sangre, que tiene glóbulos rojos que son los que transportan oxígeno a los tejido y a los órganos y también glóbulos blancos, que son los que nos ayudan a combatir las infecciones, mediante los macrófagos que digieren esos gérmenes dejan antígenos en el organismo para que los anticuerpos los ataquen y acaben con ellos.

En ese sentido, también colaboran los linfocitos B, que también son glóbulos blancos que actúan como defensa y producen anticuerpos que atacan las partes del virus que no han podido los macrófagos y los linfocitos T que atacan las células del organismo que ya han sido infectadas.

Si no nos hemos contagiado aún, es posible que si nos infectamos, tardemos unos días en averiguarlo, porque la maquinaria de las defensas no se habrá puesto en marcha aún.

En cambio, cuando nos vacunamos, lo que estamos haciendo es ayudar a nuestro organismo a desarrollar inmunidad contra el virus, sin que por ello tengamos que contraer la enfermedad.

Entre los diferentes tipos de vacunas (todas actúan para defender al organismo) varía su forma de aportar protección, aunque con todas el cuerpo se queda con un suministro importante de Linfocitos T (memoria del virus), además de con los Linfocitos B, que cuando vean de nuevo al bicho, lo podrán identificar y, por tanto, combatir.

En el caso de vacunarnos, es cierto que hasta que se desarrollen esos linfocitos podríamos infectarnos, por lo cual se recomienda tener la misma protección con y sin vacuna (mascarilla, distancia de seguridad y lavado frecuente de manos). Si tras vacunarnos tenemos dolor de cabeza, febrícula u otros síntomas ligeros (parecidos a una gripe floja) es normal.

Tipos de Vacunas

Actualmente se han desarrollado tres tipos de vacunas contra la COVID-19, aunque algunas siguen en la fase tres y otras están siendo probadas para mejorar la versión anterior. El virus Sars-CoV-2 será reconocido por la vacuna y no lo tendremos si nos hemos vacunado a tiempo.

Las vacunas ARNm, contienen material del virus que causa la infección. Al ponernos esta vacuna permitimos que nuestras células aprendan a identificarlo y creen una proteína inocua. Nuestras células copiarán dicha proteína, destruirán el material genético de la vacuna y activará a los linfocitos T y B que recordarán cómo combatirlo si nos infectamos en el futuro.

Por otro lado, las vacunas subunidades proteícas incluyen pequeñas porciones de proteínas (totalmente inocuas) del virus en lugar del germen completo. Al ser vacunados nuestro sistema inmune los reconoce y activa los Linfocitos T y anticuerpos. En caso de una nueva infección, el cuerpo los reconocerá y activará el mecanismo de las defensas para combatirlo.

Y por último, las vacunas de vectores son las que contienen una versión debilitada del virus vivo; un virus que es algo diferente al que causa la COVID-19. Este tiene material genético incorporado, por eso se llama vector viral y, al llegar a nuestras células, el material genético les da la orden para que produzcan una proteína que es exclusiva del virus que causa esta enfermedad.

En casi todos los casos, las vacunas deben aplicarse en varias dosis, e incluso repetirse al cabo de los meses o años, con lo cual, es posible que ésta se incorpore a nuestro calendario de vacunación desde el nacimiento. Protegerse con una vacuna en esta enfermedad es necesario porque desconocemos cómo debuta y puede causar la muerte. No se sabe aún tanto como para concluir con ninguna afirmación, pero ataca a niños, jóvenes, adultos y ancianos de igual forma, pero no con la misma intensidad, debido a la carga vírica a la que se haya sometido la persona.

Evitarlo y protegerse es la única solución de momento, además ponerse la vacuna cuando indique el Gobierno.

Ana De Luis Otero
PhD, Doctora C.C. Información - Periodista - Editora Adjunta de Periodistas en Español - Directora Prensa Social- Máster en Dirección Comercial y Marketing - Exdirectora del diario Qué Dicen - Divulgadora Científica - Profesora Universitaria C.C. de la Información - Fotógrafo - Comprometida con la Discapacidad y la Dependencia. Secretaria General del Consejo Español para la Discapacidad y Dependencia CEDDD.org Presidenta y Fundadora de D.O.C.E. (Discapacitados Otros Ciegos de España) (Baja Visión y enfermedades congénitas que causan Ceguera Legal) asociaciondoce.com - Miembro Consejo Asesor de la Fundación Juan José López-Ibor -fundacionlopezibor.es/quienes-somos/consejo-asesor - Miembro del Comité Asesor de Ética Asistencial Eulen Servicios Sociosanitarios - sociosanitarios.eulen.com/quienes-somos/comite-etica-asistencial - Miembro de The International Media Conferences on Human Rights (United Nations, Switzerland) - Libros: Coautora del libro El Cerebro Religioso junto a la Profesora María Inés López-Ibor. Editorial El País Colección Neurociencia y Psicología https://colecciones.elpais.com/literatura/62-neurociencia-psicologia.html / Autora del Libro Fotografía Social.- Editorial Anaya / Consultora de Comunicación Médica. www.consultoriadecomunicacion.com Actualmente escribo La makila de avellano (poemario) y una novela titulada La Sopa Boba. Contacto Periodistas en Español: [email protected]

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