Tras permanecer reunidos toda la semana en Berlín, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) ha concluido que la prevención de un cambio climático catastrófico requiere una transformación urgente y fundamental de los sistemas energéticos en todo el mundo.
El IPCC ha dicho que aunque las emisiones globales de gases de efecto invernadero aumentaron más rápido entre 2000 y 2010 que en décadas anteriores, las energías renovables se han ampliado considerablemente y sus costes han caído de manera tan significativa que están cada vez más preparadas para reemplazar a las viejos sistemas contaminantes de producción de energía, informa Greenpeace.
«Las energías renovables son imparables. Cada día son mayores, mejores y más baratas. La industria de las energías sucias seguirá batallando pero es solo una cuestión de tiempo el que, debido a la presión pública y a la economía, tenga que cambiar o abandonar ese negocio. El siglo XXI será el de las energías renovables», ha afirmado Tatiana Nuño, responsable de la campaña de Cambio climático de Greenpeace.
Más de la mitad del reciente crecimiento de las emisiones de CO2 se ha debido a que China quema cada vez más carbón. Pero las últimas medidas sobre aire limpio apuntan hacia el final del boom del carbón en China. Este país, que es el mayor emisor de gases de efecto invernadero, tiene potencial para convertirse en un jugador clave para el cambio en las políticas climáticas internacionales.
«China podría acabar con el estancamiento de las negociaciones climáticas de la ONU con la presentación de un nuevo objetivo ambicioso y vinculante de reducción de emisiones. Si China lidera, Estados Unidos y la Unión Europea no tendrán ninguna excusa para no ser más progresistas», ha declarado Li Shuo, responsable de Clima y energía en Greenpeace China.
«La prueba de si los gobiernos están dispuestos a actuar en consecuencia con los resultados del IPCC o si darán la espalda a la preocupación pública se verá durante las negociaciones del nuevo acuerdo climático, el próximo año en París», ha añadido Tatiana Nuño.
«Alemania, que ha sido la sede de esta última reunión del IPCC, planea reducir sus emisiones de CO2 en un 40% para 2020, gracias a la ejemplar revolución energética que está llevando a cabo. En cambio, en España, a pesar de tener la misma capacidad tecnológica y muchos más recursos naturales para las energías renovables, la absurda política del Gobierno contra las renovables le impide comprometerse con políticas climáticas ambiciosas, que crearían centenares de miles de nuevos puestos de trabajo», ha concluido Tatiana Nuño.
De ser posible es posible y siempre podemos hacer más posible lo imposible. El reemplazo de las energías fósiles y derivadas es para largo, así que veo que es bien aconsejable promover la eficiencia en el uso y consumo de tales insumos (más con menos) porque no van a desaparecer quizás en cuanto tiempo.
En mi ciudad yo simplemente aprecio que la venta de automóviles aumenta y aumenta. Y cada día veo más vehículos del tipo 4 x 4 (solo con conductor o conductora) usados como citicar; en ellos andan vecinos ambientalistas y no ambientalistas por igual.
La señalética de tránsito cada vez obliga para ciertas maniobras, a dar vueltas más largas, que es mayor consumo de combustible y más gases de escape. Los tacos o trancones generan lo mismo, más emisiones.
Cada vez hay más personas que estamos prefiriendo caminar más o simplemente dejar el automóvil en casa y usar la lomoción pública.
El motivo no es ambientalista para nada, tampoco por razones de buena salud y realizar algo de ejercicio; es por la falta de estacionamientos o el elevado costo por ello. Más puede una circunstancia que nos afecta al bolsillo que una conciencia de salvar la capa de ozono y et alt.
Pero..,pero, ya en la ciudad están construyendo más estacionamientos para concesionar. ¿Qué haré? Bien, me parece que Martes no está tan lejos y que me podría adaptar.