La Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, informó este viernes 6 de diciembre de 2019 de que en los cinco días de protestas ocurridas recientemente en Irán habrían muerto al menos 208 personas, entre ellas trece mujeres y doce niños, además de que 7000 personas fueron detenidas, de acuerdo con los reportes recibidos por su Oficina.
Fuentes gubernamentales indican que entre 120 000 y 200 000 manifestantes acudieron a las movilizaciones masivas iniciadas el 15 de noviembre anterior.
En un comunicado, Michelle Bachelet expresó alarma por la falta de transparencia sobre las víctimas y la suerte de los detenidos, así como por las denuncias de que los arrestos continúan en todo el país, y ha instado a las autoridades del país que investiguen todas las denuncias de violaciones de las garantías fundamentales.
“La Alta Comisionada está extremadamente preocupada por las condiciones en que están detenidos, por el trato físico, por las violaciones al derecho al debido proceso y la posibilidad de que a un número importante de ellos se les imputen delitos que conlleven la pena de muerte”, dijo Rupert Colville, portavoz de Bachelet, en una conferencia de prensa en Ginebra.
Colville también señaló que la Oficina ha recibido informaciones que no ha podido verificar que apuntan a más del doble de muertos en las manifestaciones.
Bachelet afirmó que, dada la magnitud de las denuncias de víctimas “es esencial que las autoridades actúen con mucha mayor transparencia”.
“Deben iniciar con celeridad investigaciones independientes e imparciales de todas las violaciones perpetradas, entre ellas el asesinato de los manifestantes y las presuntas muertes y malos tratos de quienes se encuentran en custodia. Los responsables deben ser procesados. Parece haber violaciones múltiples de la Convención Internacional de los Derechos Civiles y Políticos, de la que Irán es parte y está obligado a cumplir”, puntualizó.
Uso excesivo de la fuerza
Las fuerzas de seguridad iraníes respondieron con cañones de agua, gas lacrimógeno, macanas y, en algunos casos, con municiones reales a los manifestantes, que estaban desarmados y no suponían ninguna amenaza inminente. De acuerdo con las informaciones, los integrantes de la milicia Basij y de la Guardia Revolucionaria Islámica participaron en los disparos a quienes protestaban.
Bachelet explicó que algunos videos, cuya autenticidad se ha verificado, muestran violencia grave contra los manifestantes y que se observa a miembros de las fuerzas de seguridad disparando desde el techo de un edificio del departamento de Justicia de una ciudad, así como desde helicópteros en otra.
“También hemos recibido videos en los que se observa a las fuerzas de seguridad disparando a los manifestantes por detrás, mientras éstos tratan de huir, y a otros se les tira directamente a la cara y órganos vitales, es decir, se les dispara a matar”, precisó.
Agregó que esto constituye una violación flagrante de las normas internacionales del uso de la fuerza, además de que contraviene los derechos humanos.
La Alta Comisionada se refirió como uno de los peores incidentes al sucedido el 18 de noviembre, cuando las fuerzas de seguridad habrían utilizado ametralladoras en la plaza Jarahi, de Mahshahr, matando al menos a veintitrés personas.
Tratos crueles e intimidación
Con respecto a los detenidos, entre los malos tratos reportados se cuentan las confesiones forzadas, la falta de acceso a un abogado, el hacinamiento en los centros de detención -muchos de ellos improvisados en barracas, estadios o escuelas-, la comisión de lesiones y la negación de servicios médicos.
Bachelet manifestó, asimismo, preocupación por la intimidación a los periodistas que intentan informar de la situación tanto dentro como fuera del país. Detalló, por ejemplo, que los familiares de los corresponsales en el extranjero habrían sido citados y amenazados por funcionarios de inteligencia.
“El panorama en Irán es muy preocupante. Urjo a las autoridades a liberar inmediatamente a todos los manifestantes detenidos arbitrariamente y a garantizar el debido proceso a durante las etapas de indagación. Y si hubiera más protestas, urjo al Gobierno a respetar el derecho de los iraníes a ejercer su libertad de expresión y asamblea pacífica. También insto a investigar las violaciones cometidas y a restringir el uso de la fuerza como lo marcan los estándares internacionales”, concluyó la Alta Comisionada.