Cuando el médico le haya propuesto la posibilidad de realizarle una operación de vesícula para aliviar las molestias que le causan las piedras, le hará una colescistectomía.
Esta técnica quirúrgica, ya sea por laparotomía o por laparoscopia, es el tratamiento elegido para las colelitiasis (eliminación de piedras). Al tener una mortalidad baja, una morbilidad escasa y una recuperación rápida para reintegrarse a la vida cotidiana, es una cirugía muy interesante, si bien es cierto que algunos pacientes pueden experimentar unas molestias asociadas a la postcirugía.
En algunos enfermos se ha mostrado la presencia de síntomas relativos a un cólico biliar o ictericia. Otros refieren un aumento de peso después de la operación, ya que al comer de todo han tenido poco control de las calorías ingeridas.
Entre los síntomas más frecuentes algunos pacientes refieren molestias de tipo dispéptico con meteorismo, distensión abdominal con sensación de gases y flatulencia, asociado a trastornos nerviosos, que son muy difíciles de evaluar objetivamente, si bien la estitiquez (eliminación de deposiciones en forma poco frecuente), es más frecuente en mujeres que hombres, aunque la diarrea ocasional es típica en los primeros años tras la cirugía.
Por otro lado, la pirosis, en la mayoría de tipo ocasional, permanece como síntoma crónico que cede con la ingestión de antiácidos; siendo también más frecuente en mujeres que en hombres así como la regurgitación ocasional también la padecen algunos pacientes.
La colecistectomía en casi todos los pacientes acorta el tiempo de tránsito intestinal por acelerar el pasaje colónico, y en muchos pacientes produce diarrea, que puede presentarse años después de la operación. Por otra parte, se ha demostrado que la colecistectomía aumenta el reflujo duodeno-gástrico, con aumento de la concentración de sales biliares en el estómago, y produce por ello, síntomas en algunos pacientes, gastritis crónica en el 50% de los casos, aparición de úlcera gástrica en el 5% que no conlleva cambios significativos en la secreción ácida y el vaciamiento gástrico.
En resumen, la colecistectomía es una operación muy bien tolerada y que tiene un muy importante éxito terapéutico a largo plazo.