Un nuevo ataque al sistema de recogida de agua en la región de Nushour, al noroeste de Yemen, por los saudíes confirma de nuevo la terrible situación que azota la zona y que da constancia de la violación del derecho internacional humanitario.
Según informa el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), tras el ataque a una instalación de agua en Yemen, al menos 5000 niños se ven desprovistos de agua potable. Sa´ada al noroeste del país fue atacada por tercera vez y supone que al menos 10 500 personas se hayan quedado sin agua en una país devastado por la guerra.
Los niños de Yemen y sus respectivas familias están siendo privados de agua lo que supone que en breve existirá una propagación de las diversas enfermedades que comprometerán de nuevo a la infancia. La supervivencia de los niños se debe en el acceso al agua potable y este hecho añadirá más muertes a las ya existentes en la zona.
Muchos niños ya afectados en zonas de conflicto en donde la ayuda humanitaria es imposible de situar en el terreno hace que la mayor parte de ellos mueran por enfermedades del aparato digestivo, afecciones respiratorias, paludismo o sarampión. Esto sumado a la desnutrición y a la carestía de alimentos, los infantes crecen con una situación insalvable que cifra el programa mundial para los alimentos (PMA) que ha resaltado que cuatro de cada diez menores de cinco años sufren desnutrición y ha cifrado en 200.000 los desplazados desde el inicio de la ofensiva. Actualmente Yemen se encuentra cerca de la hambruna tras el incremento del 25 % de los niveles de hambre aguda en lo que va de año.
«Los ataques contra la infraestructura civil, constituyen una violación del derecho internacional humanitario y se hace una vez más un llamamiento a las partes en conflicto en todo Yemen y sobre todo, a quienes tienen influencia sobre ellas, para que detengan todos los ataques y actividades militares en infraestructura civil, incluidos sistemas e instalaciones de agua, escuelas, hospitales y también hospitales», según ha expresado el director regional de Oriente Medio y África del norte, Geert Cappelaere.
Hay que resaltar que la ofensiva no ha avanzado y la coalición ha anunciado el fin de las operaciones militares para que los esfuerzos de la ONU de reanudar las conversaciones de paz entre las partes del conflicto sea una realidad. La guerra que comenzara hace tres años ha dejado atrás a 10.000 personas por el hambre, la enfermedad y la desnutrición.