José Enrique Centén Martín
El dicho de “la cabeza del avestruz”, se puede aplicar a todos aquellos que apoyan y enfatizan las medidas del actual gobierno desde que consiguió el poder, debido en parte a una campaña bien orquestada con propuestas populistas incumplidas una y otra vez, a excepción de una, “la Ley del aborto”, que no satisface a la mayoría de sus votantes, ni a muchos de sus diputados, teniendo que indicarles el partido gobernante a sus diputados que “asumieron” la reforma del aborto al ir en las listas.
Pero a sus votantes ¿por qué no les explica el incumplimiento de su falso programa electoral?, lo maquillan utilizando a sus medios en prensa y a los contertulios de las Tv públicas del PP, o de las privadas claramente ultraliberales, conservadoras, cuando no religiosas que proliferan en TDT.
Han sido capaces que una gran parte de sus votantes justifiquen la pérdida del Bienestar Social, actuando igual a como describió Niemöller-Bertolt Brecht: “Primero establecieron el repago farmacéutico y al retirada de ellos a enfermos crónicos llamándolo, racionalización de las medicinas, dicen, pero a mí no me importó porque yo no lo era; enseguida, quitaron la Seguridad Social a los extranjeros y a los parados de larga duración, pero a mí no me importó, no soy ninguno de ambos supuestos; después privatizaron y vendieron los hospitales, pero a mí no me importó, pago a una Sociedad Médica; luego congelan el salario mínimo y elaboran una reforma laboral anacrónica, tampoco me importa, tengo trabajo desde hace años en una misma empresa; dictan una nueva ley de pensiones, me es indiferente, tengo un plan de pensiones; ahora una nueva Ley de Seguridad Ciudadana, dicen que para aquellos que se rebelan contra sus planes y no queda otra forma de convencerles sino es por la vía del palo y tente tieso”.
Espero que la ciclogénesis explosiva de los recortes les haga recapacitar, y actúen para el triunfo ciclólisis del Bienestar Social, y no les haga decir, ahora me afecta a mí, pero ya es demasiado tarde.
Incluso algunos llegan hasta criticar la pobreza energética, no sé en qué medio lo habrán escuchado, porque leer, leen poco, diciendo, eso es mentira, que paguen, porque seguro que tienen móvil y Tv de pago, así me comentó un amigo, estoy recapacitando en que esa persona no merece un amigo como yo, que si entiende la pobreza energética.
Ya lo dijo Erich Fromm1: la baja clase media se siente amenazada por el capitalismo, su angustia y, por lo tanto su odio tomaron origen en esa amenaza, se vio lanzada a un estado de pánico, cayó presa de un apasionado anhelo de sumisión y, al mismo tiempo, de dominación con respecto a los débiles, justificando todas y cada una de las medidas de este gobierno, callando precisamente en el único punto que han cumplido, el mismo que lleva propugnando la Iglesia Católica en décadas, una iglesia que entre sus postulados proclama: el clero no prestará juramento de fidelidad a ninguna nación, ni a ninguna Constitución, solo deben fidelidad al Papa y a sus obispos. Tenemos un gobierno confesional y perjuro, porque casi la totalidad de los ministros del actual gobierno están vinculados al Opus Dei, incumpliendo el artículo 16.3 de la Constitución de 1978, “ninguna religión tendrá carácter estatal”. Un motivo más en acosar a los partidos políticos, para que hagan cumplir la Constitución en ese punto, o mejor, declarar el Estado Laico con la separación de la Iglesia y el Estado de forma real. Punto que los “mandamases” de Europa no han entrado, piden más recaudación de impuestos, pero obviando los privilegios de la Iglesia Católica.
- “El miedo a la libertad”, Erich Fromm, 8ª impresión: octubre de 2011,