Cuando el país arranca de nuevo en eso que llamamos año académico todos son buenas nuevas porque al parecer ha habido lleno total en hoteles y compras de coches por doquier. Esos datos curiosamente contrastan con la manada y digo manada, de personas que se pasean por las calles de sus respectivas ciudades con una licenciatura en la mano, ahora llamada grado sin más trabajo que poner copas si se tercia. Esto es un dato significativo porque a los licenciados de junio se le suman ahora los de septiembre que acaban y no tienen nada más que hacer que llegar a los treinta haciendo másteres; también si se tercia.
Según el mister que nos gobierna, al año que viene todo serán buenas nuevas porque bajará los impuestos y después de plantar nuevas cepas con sus reformas, considera que la economía está sana. ¿Está sana? Yo no sé si es que este hombre cuando respira el aire de Pontevedra sueña con los mundos de yuppie o es que no sale a la calle como hacemos los demás.
El dato sospechoso vuelve a ser la caída de casi cien mil personas afiliadas a la Seguridad Social. Ese dato contrasta porque el paro deja de caer y sube en agosto en 8070 personas. Seguimos con los cinco millones de parados que se sepan; hay otros que no están cobrando el paro y están en paro y otros que viven aquí sin que nadie sepa de su existencia; así somos y así nos va.
Si Lolita y su hija dicen que están pelás no te quiero decir como está el resto del personal. Lo bueno o lo malo de ello es que con ir a ver a Jorge Javier ya llenan la hucha y tienen para tirar hasta fin de mes. Aquí hay algo que no va bien y todas son buenas nuevas y no son brotes verdes, son raíces vigorosas así que tomen nota de lo que dice el gallego.
Me alegra saber que Cristobal se ha puesto las pilas y nos asegura que Pujol no ha regularizado sus treinta años de clandestinidad fiscal. Si se pone a meterle mano a propios y a extraños que no lo deje, que ya tiene trabajo hasta el verano que viene. Según él le llevan investigando catorce años y es un dato que no cuela porque o son muy ineptos o aquí hay alguien que protege al expresident y según nuestro presidente, el que la hace, la paga; no lo veo, pero podría ser cierto si alguna vez sucediera. Eso contrasta también con que la fiscalidad de Gibraltar hace perder mil millones anuales a España. Es decir brotes, brotes, lo que se dice brotes, cepas o raíces no las veo por ningún sitio. Eso sí, corrupción toda la que quieras; parecen amapolas que nacen solas.
España comienza a moverse lentamente porque aún los cuarenta grados nos justifican que debemos y es una obligación quedarnos a remolonear en casa tomando el sol en la terraza y por la noche unos vinos y otra superluna. Mientras eso sucede, Xabi Alonso se pone de birras hasta la bandera y se va con la Merkel a ver si la mete algunos tiros, ¡qué mal suena eso pero estamos en terreno de juego, no se olviden!
Voy a ver si me aprendo el nuevo padrenuestro de Venezuela que empieza así, «Chávez nuestro que estás en los cielos, no nos dejes caer en la tentación del capitalismo…»
Yo no sé si es que me estoy haciendo mayor y no entiendo nada o es que hay más fuera que dentro como decía mi abuela. Daniel Dicenta nos deja un día como hoy. Vamos a rezar el que nos sabemos no vaya a ser que el de Chávez se lo aprendan los de la LOMCE.
¡Acabáramos!
