Veinticuatro horas después de de que este 9 de mayo se conmemore el Día Mundial de Europa, este viernes 10 de mayo de 2019, los europeos empezamos a vivir a crédito en materia ecológica, recuerda en un comunicado la organización ecologista WWF (World Wildlife Fund for Nature o Fondo Mundial para la Naturaleza, en España antes Adena): lo que significa que habríamos consumido el total de los recursos naturales que el planeta puede renovar en un año.
El Día Mundial de Europa se celebra en recuerdo de la Declaración Schuman del 9 de mayo de 1950, del discurso pronunciado por el entonces ministro de Asuntos Exteriores francés Robert Schuman propugnando la creación, junto con Alemania, de una organización abierta al resto de países europeos sobre la base de la producción de carbón y acero, lo que se concretó en la Comunidad Europea del Carbón y el Acero (CECA), antecedente de la actual Unión Europea (EU).
En lo que se conoce ahora como «el día del desbordamiento» europeo, significa que si todo el mundo viviera como nosotros los europeos, habríamos consumido el total de los recursos naturales que el planeta puede renovar en un año.
En cristiano: esta fecha –que no es la misma todos los años y se va adelantando dramáticamente, por ejemplo en 2018 fue el 1 de agosto y en 1961 el 13 de octubre-, recuerda el comunicado de WWF que en 2019 estamos a diecisiete días de las elecciones europeas (del 26 de mayo) y coincide con la reunión de los jefes de estado europeos en Sibiu (Rumania) en una cumbre sobre el futuro de la UE.
La llamada de atención es para todos los europeos, aunque el consumo de todos los países no es el mismo: En 2018, Luxemburgo alcanzó «su desbordamiento» el día 46 de año (o sea en febrero), mientras que Rumania lo hizo al cabo de 192 días, en los primeros días de julio.
Los europeos, que solo representan el 7 % de la población mundial, utilizan el 20 % de la biocapacidad de la tierra. Este 10 de mayo de 2019, habremos pescado más peces, talado más árboles y cultivado más tierras que las que la naturaleza nos ofrece en un año. Es también el día en que nuestras emisiones de gases de efecto invernadero sobrepasan las cantidades que nuestros bosques y océanos pueden absorber. Y esto ocurre antes de llegar a la mitad del quinto mes del año. «Si toda la humanidad consumiera tantos recursos como los europeos se necesitarían 2,8 planetas como la tierra para cubrir sus necesidades».
«El déficit ecológico en que estamos a punto de caer tiene un impacto directo sobre nuestro planeta, nuestra economía y nuestra salud (…) Si el planeta tierra fuera una empresa estaría al borde la quiebra. La constante erosión del capital y sus consecuencias directas e indirectas (cada vez quedan menos peces, los suelos están más erosionados, hay más contaminación, se extinguen más especies y hay más desajustes climáticos), tiene u coste importante en la economía y la salud: desde 1980 las catástrofes naturales han costado 450.000 millones a Europa, y la contaminación del aire es causa de 430.000 muertes prematuras cada año».
WWF quiere, en el Día del Desbordamiento europeo, poner el acento en el momento en que los ciudadanos se preparan para votar a sus representantes en el Parlamento Europeo. En los próximos años tendrán que adoptar medidas ambiciosas para que nos lleven a una neutralidad del carbono, proteger la naturaleza e invertir la curva de la pérdida de biodiversidad, en Europa y en el mundo.
«La Unión Europea y sus estados miembros tienen todavía oportunidad de reducir la huella ecológica eligiendo las prioridades y poniendo en marcha políticas adecuadas». Por eso, WWF pide a los representantes políticos y a quienes toman decisiones europeas, que adopten las siguientes medidas para alcanzar nuestros compromisos internacionales.
Para un sistema agrícola y alimentario sostenible la adopción de una política agrícola común que preserve los recursos naturales, favorezca el empleo agrícola y proteja a los agricultores de las fluctuaciones de los mercados internacionales; así como el desarrollo de medidas legislativas para responder al impacto medioambiental europeo más allá de sus fronteras, adoptando un plan de acción contra la deforestación, la degradación de los bosques y La conservación de los ecosistemas naturales.
La aplicación del Acuerdo de París con el fin de mantener el aumento de la temperatura en 1,5ºC, con el compromiso de alcanzar cero emisiones de aquí a 2040 mediante un marco legislativo adecuado. Igualmente, revisar al alza los objetivos de clima y energía de la UE para 2030, para lograr la transición hacia el 100% de energías renovables.
WWF espera que quienes decidan las políticas europeas sean líderes mundiales en la adopción en 2020 de un New Deal para la Naturaleza que refuerce los objetivos mundiales y los mecanismos para poner fin a la destrucción de la naturaleza de aquí a 2030, lo que pasa por la aplicación del marco legal europeo existente sobre protección de los habitats, las especies y los ecosistemas de agua dulce. También pide que se destine el 1% del presupuesto comunitario a la biodiversidad, a través el programa Life de la Comisión Europea.
Para proteger los océanos es crucial adoptar y aplicar reglas de control y seguimiento que garanticen que todas las actividades pesqueras de las flotas europeas sean legales, lo mismo que todos los productos del mar que llegan a los mercados europeos, y procedan de la pesca sostenible.
Finalmente, WWF pide que al menos el 50 % del presupuesto europeo se destine a las economías azul y verde, en consonancia con el objetivo del Acuerdo de París, y la garantía de que el resto del presupuesto no se dedique a iniciativas nefastas para el clima o el medio ambiente.
Ocho países de la UE reclaman una estrategia ambiciosa sobre el cambio climático
España, Francia, Holanda, Suecia, Dinamarca, Bélgica, Portugal y Luxemburgo han firmado este 9 de mayo de 12019, «Día de Europa» y coincidiendo con la cumbre europea en Sibiu, Rumania, una declaración conjunta pidiendo que al menos el 25 % de los gastos de la UE se empleen en “proyectos destinados a luchar contra el cambio climático”, escribe Joanne Massard en el boletín digital del canal internacional Euronews.
En este momento, los estados miembros de la UE tienen el compromiso de reducir, de aquí a 2020, sus emisiones de gases de efecto invernadero en un 20 % en relación con los niveles de 1990. El objetivo era reducirlos en un 40 % para 2030 pero son varios los países que se oponen a incrementar el compromiso actual, que tampoco han respetado cuando se han cumplido ya dos años de la firma del Acuerdo de París sobre el clima. Entre ellos, la poderosa Alemania, que teme que nuevos compromisos puedan perjudicar a su industria, o Polonia que sigue dependiendo del carbón para su electricidad.
Sin embargo, los ocho países firmantes aseguran que sus ciudadanos están seriamente preocupados, como han puesto de manifiesto las recientes movilizaciones de jóvenes por todo el continente. La declaración es de lo más pertinente ya que en este momento la UE y sus estados miembros tienen que revisar sus estrategias para los próximos cinco años, teniendo en cuenta que el próximo día 26 se celebran elecciones al Parlamento Europeo lo que lleva implícito el cambio de nombres en los puestos clave.