Tras 16 meses de deliberaciones, el Parlamento Europeo ha acordado nuevas medidas de gestión para las pesquerías de aguas profundas, aunque una de las medidas claves para la conservación de estos ecosistemas, como era la propuesta de eliminar el uso del arrastre y enmalle de fondo, que son artes de pesca destructivas y poco selectivas, ha sido rechazada por solo 16 votos.
«Resulta decepcionante que se haya rechazado eliminar la pesca destructiva en las pesquerías de profundidad. Esta medida representaba el paso más importante para proteger a estos frágiles ecosistemas de la destrucción», ha declarado Xavier Pastor, director ejecutivo de Oceana en Europa.
Sin embargo, Oceana valora otras medidas adoptadas que permitirán avanzar hacia una mejor gestión de las pesquerías de aguas profundas. Así, el Parlamento Europeo ha aprobado duplicar el número de especies cubiertas por el Reglamento, incluir un protocolo para el establecimiento de los niveles de pesca y fijar requerimientos específicos para proteger y determinar la localización de los ecosistemas marinos vulnerables.
«En comparación con el Reglamento vigente, las medidas aprobadas por el Parlamento representan una mejora en la gestión de la pesca de profundidad en Europa. Ya es hora de dejar atrás un reglamento que ha dejado sin gestión durante años a las especies y ecosistemas más vulnerables de nuestros mares”, concluye Pastor.
El acuerdo final se negociará entre el Parlamento, el Consejo y la Comisión Europea. El Consejo tiene ahora la responsabilidad como colegislador de comenzar a debatir la propuesta de reglamento, algo a lo que se ha negado hasta ahora por presiones de la industria pesquera. Oceana insta al Consejo a mejorar esta propuesta, y a que por fin se comprometa con la explotación responsable y protección de las profundidades frágiles.
Oceana describe que las aguas profundas comienzan 200 m bajo la superficie, donde ya no penetra la luz del sol, y la pesca en ellas supera la cota de los 1.500 m. La mayoría de las pesquerías de profundidad del Atlántico Nordeste surgieron en la segunda mitad del siglo XX, tras el declive de los tradicionales stocks de la plataforma continental y ayudadas por nuevas tecnologías. Su objetivo son algunas especies consumidas habitualmente, como el besugo (Pagellus bogaraveo) o el sable negro (Aphanopus carbo).
Las especies que viven a estas profundidades se han adaptado a un entorno frío y oscuro, con pocos nutrientes. Como consecuencia, se caracterizan por bajas tasas de crecimiento, madurez sexual tardía, poca descendencia y larga longevidad. Esto les hace extremadamente vulnerables a la sobrepesca, porque su capacidad de recuperación es muy limitada.