37 años a pie de urna. El devenir de la democracia

Cumpliendo con la palabra dada al presidente de una mesa electoral en estas últimas elecciones al Parlamento Europeo, el cual me sugirió que como periodista comentara los entresijos de los que trabajan en estos casos, quiero con estas líneas rendir un homenaje a esos miles de personas, hombres y mujeres a los que en las fechas electorales les toca asumir la responsabilidad de coordinar la jornada, dando fe con su presencia y trabajo de que el acto democrático se ha desarrollado con normalidad.

Por el contrario, no acierto a comprender cómo es posible que haya personas que ningunean tal responsabilidad, no aparezcan, huyan o simplemente crean que con ellos no va la cosa de la democracia.

Lo digo desde la experiencia que me dan los 37 años que llevo a pie de urna, ya que he asistido, eso sí, voluntariamente, a todos los comicios habidos en España desde la recuperación de la democracia en representación de un determinado partido político. Todo ello sin considerarlo mérito alguno por mi parte, al haber sido una opción voluntaria, al igual que a buen seguro lo habrán hecho otras muchas personas. Un tiempo este en el que he visto cómo los designados para llevar la responsabilidad de la jornada electoral han dado lo mejor de sí, conscientes de su cometido, para que el resto de la ciudadanía pudiera votar tranquilamente.

Un tiempo el de estos 37 años en el que he acumulado historias, anécdotas de lo más variopinto. Desde el nacimiento o legalización de los primitivos partidos político como Unión de Centro Democrático, Partido Socialista Obrero Español, Alianza Popular, Partido Comunista de España, Organización Revolucionaria de Trabajadores, Liga Comunista Revolucionaria, Fuerza Nueva, a los de los últimos años, como Unión Progreso y Democracia, Ciudadanos, Vox, Equo o la sorpresa de estos comicios, Podemos, que tras cuatro meses de existencia ha conseguido cinco representantes en Bruselas.

A lo largo de estos años las cosas han ido cambiando, desapareciendo unas y naciendo otras organizaciones políticas. Es el valor de la democracia, ausente durante 40 años de dictadura de un régimen que unos conocimos de primera mano mientras que ojalá otros no conozcan nunca. De ahí la importancia de defender una democracia que emana de la Carta Magna, de una Constitución que nos dimos en 1978 que proporciona derechos, pero también deberes, algo a tener en cuenta en los tiempos que corren.

Habría para escribir no un folio, sino 500 con cosas vistas, vividas y oídas a lo largo del tiempo transcurrido en democracia. Desde crucifijos, retratos de Franco y José Antonio en el lugar de las votaciones hasta la hoz y el martillo como santo y seña. O una UCD saltando por los aires dinamitada desde dentro, hasta los llamados “siete magníficos” que trocarían en Alianza Popular para acabar siendo PP, mientras emergía un PSOE “rebautizado” en Suresnes, mientras que al otro extremo, Fuerza Nueva seguía fiel al invicto, marchando por sus rutas imperiales que no iban más allá del Valle de los Caídos.

Nacieron otras opciones políticas, como Unión Progreso y Democracia, Ciudadanos, Equo, Vox, Podemos, y alguna que otra, presentándose ante la ciudadanía en busca del voto para unos perdido y para otros encontrado. El tiempo dirá cuál es el futuro de cada una de ellas. Hasta 39 candidaturas se han presentado en las últimas elecciones al Parlamento Europeo. Y los resultados están ahí, se han comentado hasta la saciedad y en todas las direcciones, por lo que sobran comentarios.

Pero mientras tanto, siempre habrá al frente de las urnas una serie de ciudadanos anónimos, hombres y mujeres que darán lo mejor de sí para que la jornada de la democracia, esa fiesta en paz que nos iguala a todos, siga su curso. Va por ellos.

Conrado Granado
@conradogranado. Periodista. Licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid. He trabajado en la Secretaría de Comunicación e Imagen de UGT-Confederal. He colaborado en diversos medios de comunicación, como El País Semanal, Tiempo, Unión, Interviú, Sal y Pimienta, Madriz, Hoy, Diario 16 y otros. Tengo escritos hasta la fecha seis libros: «Memorias de un internado», «Todo sobre el tabaco: de Cristóbal Colón a Terenci Moix», «Lenguaje y comunicación», «Y los españoles emigraron», «Carne de casting: la vida de los otros actores», y «Memoria Histórica. Para que no se olvide». Soy actor. Pertenezco a la Unión de Actores y Actrices de Madrid, así como a AISGE (Actores, Intérpretes, Sociedad de Gestión).

1 COMENTARIO

  1. Es evidente que el Pais Vasco no es España. En tu articulo no se cita de ninguna manera los partidos y coaliciones que han obtenido diputados y senadores en Madrid, parlamentarios en Vitoria o Pamplona, concejales ….. siendo mayoría en el Pais Vasco. Gracias por tenerlo tan claro.

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