Rafael Fuster Ruiz y Jordi Aguadé Torrell
El proyecto SIGNO (Sociedad de Investigaciones Gliptográficas para la Normalización y Ordenación) nació del interés por las marcas de cantería grabadas en las construcciones medievales.
Con el tiempo surgió la idea de confeccionar un catálogo en Internet con el fin de establecer una terminología para una descripción de sus formas y posibles funciones. Nuestro objetivo es la recopilación de fotografías para establecer una clasificación que contemple todos los aspectos susceptibles de ser analizados. Administrar miles marcas de cantería, dada la extensión geográfica y temporal del fenómeno, no es una tarea fácil, pero hoy disponemos de los medios informáticos que facilitan el tratamiento de grandes volúmenes de datos.
El sistema de fichas de la base de datos del catálogo de la página web www.signoslapidarios.org permite hacer búsquedas de marcas de cantería por localizaciones, tipos y funciones, así como consultar sus frecuencias en las construcciones, lo que es de gran ayuda cuando se estudia la evolución de sus formas a lo largo del tiempo.
Las consultas almacenadas, disponibles en forma de iconos de acceso rápido a las listas y tablas, facilitan la tarea de ordenarlas por ubicación y características formales, poniendo a disposición de los investigadores una potente herramienta de búsqueda.
Ante la enorme difusión que tuvo la costumbre de grabar marcas de cantería en las construcciones medievales es evidente que no se trata de una cuestión menor, sino del indicio de la importancia del papel que jugaban tanto desde su aspecto funcional como identitario e incluso simbólico.
La gliptografía es una disciplina con un amplio campo de actuación que no solo se ocupa de las especialidades técnicas relativas a las herramientas empleadas y los métodos de trabajo, sino también de las especialidades que tienen por objeto el estudio del pensamiento humano y sus formas de expresión para representar ideas mediante signos y de la historia de las personas que los grabaron.
Al valor arqueológico que tienen las marcas de cantería para conocer la historia del edificio, hay que añadir la información que en algunos casos nos aportan sobre el oficio de labrar la piedra en relación a esta tradición constructiva.
Las hay de muchos tipos, que cumplen con otras tantas funciones, y se distinguen no solo por la mayor o menor precisión en la factura, que denota la destreza del cantero, sino por la incorporación en algunos casos de reglas geométricas de las que se infiere su grado de especialización. De ahí la importancia de contar con un amplio catálogo fotográfico para un análisis detallado de sus formas para distinguir las más comunes y sencillas, cuya función era consignar el trabajo o servir de apoyo en la construcción a pie de obra, de aquéllas otras que destacan por su singularidad como polígonos, ángulos muy concretos, figuras que guardan proporciones notables, en definitiva, de signos lapidarios que reflejan aspectos de la práctica de la geometría fabrorum, un conjunto de conocimientos empíricos que permitieron levantar las iglesias, catedrales y fortalezas medievales, y que conformarían el alfabeto de un argot canteril del que se desprenden algunos de los secretos que dejaron grabados en la piedra, desperdigados por toda nuestra geografía, aquéllos artesanos y maestros de la escuadra y el compás.
Recuperar y difundir este patrimonio histórico y cultural es nuestro principal objetivo.
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