Ante las protestas de parte de sus trabajadores, Google ha anunciado este 1 de junio de 2018, que no va a renovar el contrato secreto que tiene con el pentágono, informa la página Gizmodo.
Según el diario L’Echo, más de 4000 trabajadores, de los 80 000 de la sociedad Mountain View, han firmado una petición para que la empresa no continúe con el programa militar Maven. Incluso, una docena de ellos han dimitido para hacer patente su desacuerdo.
El proyecto gubernamental Maven pretende utilizar programas de inteligencia artificial para mejorar el análisis de las imágenes de vídeo captadas por los drones del ejército estadounidense, en el que oficialmente Google va a seguir colaborando solo hasta finales de marzo de 2019.
Durante mucho tiempo, Google se negó a que su tecnología se aplicara con fines militares. Ahora, respondiendo a las quejas de sus trabajadores, ha minimizado la implicación de la firma, asegurando que se trata de un programa « no ofensivo » : «la tecnología se aplica para señalar imágenes con el objetivo de salvar vidas y aliviar a algunos empleados de un trabajo muy fatigante”, aunque según Gizmodo (un weblog de tecnología) el contrato, inicialmente de 9 millones de dólares, aunque parece ser que de momento ya se han cobrado más de 15 millones, podría considerarse como una puerta de entrada a otros contratos, con el ejército o con las agencias de Inteligencia”.
Según la revista electrónica The Intercept, Amazon, el gigante mundial de la venta en línea, también querría hacerse con el contrato, y está negociando con el ministerio de Defensa estadounidense.