La gran maestra india de ajedrez, Soumya Swaminathan, se ha negado a jugar los Campeonatos Asiáticos por tener que jugar del 26 de julio al 4 de agosto en Hamadán, Irán, luciendo obligatoriamente el hiyab, pañuelo que cubre la cabeza.
La ajedrecista de 29 años considera que la medida vulnera sus derechos humanos: «Considero que la ley iraní sobre el hiyab, pañuelo obligatorio, es una violación directa de mis derechos básicos, incluido mi derecho a la libertad de expresión y a la libertad de pensamiento, conciencia y religión. Bajo las actuales circunstancias la única forma de proteger mis derechos es no ir a Irán».
Swaminathan criticó a la federación internacional de ajedrez, FIDE, por asignar sedes de campeonatos a países que no tienen en cuenta los derechos de los jugadores: «No hay lugar para un código de vestimenta religiosa obligatoria en los deportes. Es un honor para mí ser seleccionada por el equipo nacional y lamento profundamente no poder participar». En un principio, pensaba que la sede fuera Bangladesh y no Irán.
Swaminathan, quien ganó en 2009 el campeonato junior de mujeres en Puerto Madryn, Argentina, es la jugadora número 4 del ajedrez en la India y la 97 del mundo. Su decisión ha sido elogiada ampliamente en las redes sociales en su país.
Hay que recordar que no es la primera vez que ocurren estos hechos y en febrero de 2017 la campeona estadounidense Nazi Paikidze inició incluso una campaña en la plataforma change.org que recogió casi 17 500 firmas contra la FIDE y su imposición del uso del hiyab para disputar el campeonato del mundo femenino en Teherán. Precisamente, otra jugadora india, Humpy Koneru, no participó en dicho campeonato.
También la jugadora de origen iraní, Dorsa Derakhshani fue sancionada por no usar el hiyab y decidió exiliarse a Estados Unidos donde jugará en su federación nacional, con su país de acogida.
Por último, mencionar a la subcampeona mundial, la ucraniana Anna Muzychuk, quien saltó a la fama mundial por no acudir a Arabia Saudí al torneo Salmán de ajedrez rápido y relámpago, y por ello fue homenajeada en España en varios actos –de hecho, acudirá en julio al XII Torneo de Alcubierre, en Huesca- sí acudió a Teherán en febrero del año pasado, al contrario que su hermana Mariya, quien entonces declaró: “Irán, obviamente, no es un país adecuado para una competición tan prestigiosa de este tipo”.