La ONG Elefantes Sin Fronteras ha denunciado el hallazgo de la muerte de 87 especies, el mayor de la historia en el delta de Okavango, al norte del país. Elefantes que han sido víctimas de los cazadores que trafican con marfil.
Cerca de 140.000 elefantes viven en el paraíso del marfil; el santuario de los animales que todavía permanecen a salvo. La caza furtiva en ese país sostiene a las mafias que trafican con los colmillos y se han evitado grandes matanzas desde hace años. El problema radica en que las unidades que cuidaban ex profeso que los cazadores no llegaran a las especies, ahora tienen vía libre porque por motivos presupuestarios no está vigilada la zona.
Actualmente no existen vallas en la frontera y los animales transitan de forma libre desde Angola, Namibia o Zambia a la reserva natural de Botswana. Mike Chase, presidente de Elefantes Sin Fronteras, ha asegurado que está en estado de shock tras ver semejante matanza.
Si lo comparo con los datos del gran censo que elaboré en 2015, la caza furtiva se ha doblado en África. No existirían estas matanzas si no se traficara con marfil, añade. Tenemos la mayor población de elefantes del mundo y ahora tienen vía libre para cazarlos», lamenta.
A pesar de ello, el gobierno de Botswana, ha calificado de infundado y sensacionalista el reporte de la oenegé sobre el tráfico de colmillos aunque las imágenes son una prueba irrefutable, ya que todos, aparecen sin ellos, añade Chase.