Uno de cada dos alumnos con autismo sufre acoso escolar en España. La falta de información por parte de la comunidad educativa, así como del entorno de los niños, hace que no solo sean apartados, sino que sufran diversas agresiones tanto verbales como físicas por parte de sus iguales.
Es frecuente que presenten severas dificultades para comunicarse y en el mismo sentido, tampoco perciben las actitudes dañinas de sus compañeros y, cuando ha sucedido el acoso, tardan varios meses o años en decírselo a sus padres y educadores.
Quizá no conocer cuáles son los síntomas que presentan los niños afectados con trastornos del espectro autista hace que muchas veces ni los profesores saben dirigirse a ellos, y desconocen los riesgos a los que se enfrentan a diario.
Estos niños tienen un enorme abandono escolar, porque normalmente carecen de apoyos en la escuela, salvo que sean solamente escuelas de niños autistas, en donde sí conocen cómo tratarlos. Las necesidades de estos alumnos y el asesoramiento de los profesionales que los tratan permitiría que a lo largo de la etapa escolar pudieran integrarse con los demás niños y evitar así el acoso al que son sometidos.
Si ya el acoso escolar es una pandemia en el país, los niños autistas sienten especial discriminación no solo por parte de sus iguales, sino por el entorno que no los protege debidamente.
El trastorno del espectro autista (TEA), es un trastorno neurobiológico que se manifiesta durante los tres primeros años de vida y se mantiene a lo largo de la misma. Las personas presentan deficiencias a la hora de comunicarse y sobre todo de interactuar socialmente. Muchas veces están ausentes y no comparten intereses con sus iguales, por ello no entienden qué significa un chiste, hablar con doble sentido o una broma si algún otro niño se la hace. Normalmente evitan el contacto físico y tienden a hablar poco. Su hipersensibilidad, tanto olfativa como táctil, les hace estar incómodos en entornos en donde existen muchas personas y casi siempre están ajenos a lo que sucede.
Con estas manifestaciones es normal que tengan dificultad para integrarse en la sociedad y en los colegios en donde conviven con niños no siempre estos comprenden cómo se desarrolla un niño que presenta un TEA. Las cifras están ahí, y el acoso escolar en todas sus formas es una realidad que aún necesita ser abordada por políticas sociales de no discriminación y apoyo social según la plataforma de Autismo España y el Cermi Estatal que luchan por evitar la discriminación de estos niños en la escuela.