Alepo ha recuperado la tradición de la Navidad tras años de conflicto que han castigado esta histórica ciudad del norte de Siria que cuenta con más de 4000 años de antigüedad.
Un árbol de navidad decora una plaza en el centro de Alepo, segunda ciudad más devastada durante la guerra civil siria iniciada en 2011.
Se trata de un árbol de Navidad con una decoración y colores brillantes ofreciendo un poco de esperanza y paz. Durante la guerra no se exponían los árboles de Navidad de forma pública debido a la guerra y a las presiones de los integristas islámicos.
Los cristianos suponían el 10 por ciento de la población de Alepo pero ahora apenas llegan a un 4 por ciento. El arzobispo sirio católico Antoine Chahda ha pasado por España para relatar lo acontecido en la ciudad siria. Hay que recordar que las minorías étnicas y religiosas, especialmente cristianas, se han decantado siempre a favor del actual régimen y su presidente, Bacher Al Asad.
En diciembre de 2016 la ciudad fue recuperada por el régimen sirio y han regresado más de 200 000 habitantes. En lo referente a templos cristianos, fueron atacadas la catedral maronita de San Elías, la católica de Nuestra Señora de la Asunción del siglo XV –conocida también como iglesia Mar Assia al Hakim- y la armenia de Nuestra Señora de la Piedad.
Un reciente estudio de la Unesco titulado ‘Cinco años de conflicto: el estado del patrimonio cultural en la ciudad antigua de Alepo’, recoge que más del 10 por ciento de los edificios históricos de la ciudad han quedado destruidos, entre ellos, un 30 por ciento del casco antiguo, donde se incluye la Ciudadela y la Gran Mezquita omeya –su minarete del año 1090 fue destruido-.
Hay que recordar que en 2013 la Unesco incluyó su zona antigua en la Lista de Patrimonio Mundial en Peligro y que, anteriormente, fue declarada patrimonio de la humanidad en 1986 y capital de la cultura islámica en 2006.
Se han evaluado 518 edificios de los cuales 56 están destruidos, 82 presentan daños graves, 270 daños moderados, 20 presentan posibles daños y 8 con daños no visibles.
Fueron destruidos las madrasas –escuelas- Al Sutaniya y Al. Hallawiya y casi totalmente los baños –hammam– de Yalbugha. Por su parte, el mercado Jan El Saboun, el zoco Al Zarab y el Museo Nacional, presentan daños importantes