El ministro británico para Europa y las Américas, Alan Duncan, ha declarado este 15 de julio de 2019 en una vista de estado a Ecuador que el fundador de Wikileaks, Julian Assange, internado desde hace un mes en una cárcel de alta seguridad de Londres, «no será extraditado a ningún país en el que puedan condenarle a muerte. Es una condición fundamental del acuerdo al que hemos llegado».
La justicia de Estados Unidos acusa al australiano Assange de dieciocho cargos que en total pueden convertirse en un condena de 175 años de cárcel, por haber puesto en peligro a algunas de sus fuentes en 2010 con la publicación de 250 000 cables diplomáticos y medio millón de documentos confidenciales de alto secreto sobre las actividades del ejército estadounidense en Afganistán e Irak; también le acusan de “complot” con la exanalista militar Chelsea Manning, quien en este momento se encuentra encarcelada de nuevo por negarse a testificar contra Assange ante el gran jurado que entiende su causa.
Por todo ello, la justicia estadounidense ha solicitado su extradición a la del Reino Unido, que tiene previsto dictar sentencia en febrero de 2020, y que según el ministro Duncan no va a autorizarla nunca habida cuenta que las leyes federales de Estados Unidos autorizan la pena de muerte para algunos delitos, incluido el espionaje, según el Death Penalti Infomation Center (el centro de Información sobre la Pena de Muerte es una organización sin ánimo de lucro, con sede en Washington, que se dedica a la difusión de informes e investigaciones sobre la pena de muerte en todo el mundo).
Refugiado durante siete años en la embajada de Ecuador en Londres, donde disfrutaba del estatuto de asilado político, Julian Assange fue detenido por la policía británica el 11 de abril de 2019 con el consentimiento del nuevo gobierno ecuatoriano de Lenín Moreno y su partido Alianza PAIS (de un socialismo muy peculiar), quien le retiró su apoyo tras firmar un acuerdo con el ultraconservador y xenófobo presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
El 1 de mayo de 2019 Assange fue condenado a cincuenta semanas de cárcel por “violación de las condiciones de su libertad provisional” en Reino Unido.