Cientos de fachadas de la región administrativa especial china de Hong Kong están recubiertas de post-it multicolores que contienen mensajes contra el gobierno.
Estas manifestaciones de libertad, inspiradas en el «muro de Lennon» de Praga –homenaje al beatle asesinado en 1980, es un memorial informal que desde hace casi cuarenta años acumula homenajes en forma de graffitis- se han multiplicado en las últimas semanas a partir del momento en que se presentó el proyecto de ley que iba a autorizar la entrega de delincuentes al autoritario gobierno comunista de Pekín.
Un proyecto que Carrie Lam, presidenta del ejecutivo de la excolonia británica retrocedida a China en 1997, terminó dando por muerto ante la sucesión de semanas de protestas de todo tipo que habían generado una grave crisis política: «Carrie ha anunciado su muerte, pero no ha pronunciado, como reclamaban los opositores, la palabra retirada», como explicaba en antena Arnauld Miguet, corresponsal del canal público France 2 en China.
Los post-it son mensajes a Carrie Lam, algunos más duros que otros, pero también avisos al gobierno de Pekín – «Hong Kong no es todavía China»-, frases inspiradas en la filosofía de las artes marciales tipo Bruce Lee –«Ten paciencia, sé como el agua»- e incluso mensajes que dejan los visitantes extranjeros («Resiste Hong Kong, Nueva York vela por ti»). Están en la célebre escalera del Admiralty que lleva al sector administrativo, pero también en los pasillos del metro, los desembarcaderos del ferry, los pasajes protegidos y en lugares privados.
Los «muros de Lennon» aparecen frecuentemente destruidos al amanecer, pero enseguida renacen de sus cenizas. En Tsuen Wan, ciudad comercial en la bahía situada en los Nuevos Territorios frente a la isla de Tsing Yi, al otro lado del Canal Rambler, uno de los mensajes proclama: «Pueden destruir el muro pero no destruirán nuestra voluntad».
El primer «muro de Lennon» de Hong Kong se remonta a 2014, cuando se produjo el movimiento de los paraguas, iniciado por los estudiantes, que durante dos meses estuvo reclamando que la elección del jefe de gobierno se efectuara mediante sufragio universal. En aquel momento, fue la escalera del Consejo Legislativo (LegCo), el Parlamento local, la que estuvo cubierta por miles de papeles adhesivos multicolores, mientras que en un puente cercano se colgó una pancarta con la frase de la canción «Imagine», de John Lennon: «You may say I’m a dreamer, but I’m not the only one» (Quizá diréis que soy un soñador, pero no soy el único).
En aquel momento, el gobierno de Pekín no cedió ante los manifestantes y el muro recobró su apariencia de cemento. Ahora las espadas siguen en alto, no han desaparecido las protestas y los muros se niegan a desaparecer.