En el día de hoy hemos conocido la triste noticia del fallecimiento del amigo y profesor Ángel Chueca Sancho, catedrático de Derecho Internacional Público en la Facultad de Derecho de la Universidad de Zaragoza.
Era además un destacado miembro de la AEDIDH y nuestro representante en Aragón. Desde la Asociación queremos transmitir a los miembros de su familia, amigos y colegas de Zaragoza, un sentido mensaje de pésame y de solidaridad con su dolor. Todos hemos perdido al amigo y al colaborador entusiasta en nuestras tareas habituales de promoción del DIDH.
Quienes tuvieron la oportunidad de tenerle como profesor en la Universidad de Zaragoza y otros foros docentes fueron afortunados por cuanto Ángel Chueca, además de profesor comprometido con la docencia, extendió ese compromiso personal a sus estudiantes, muchos de los cuales encontraron en sus enseñanzas inspiración y un renovado sentido a sus estudios. Es el sentir común entre muchos de sus estudiantes —tanto de los estudios de grado y licenciatura como de tercer ciclo y doctorado— que las enseñanzas del Prof. Ángel Chueca les dejó una huella profunda por su responsabilidad profesional, el respeto con que les trataba, su generosidad al compartir conocimientos y la genuina forma de presentar, en forma sencilla y clara, y apuntar a la esencia de los problemas jurídicos, entre otras muchas cualidades que destacaron sus clases.
Nuestro amigo y colega Ángel Chueca fue además una persona íntegra y comprometida con el DIDH y con las actividades de la Asociación a favor del reconocimiento del derecho humano a la paz. Ángel Chueca fue así uno de los redactores de las Declaraciones de Gernika (2005) y de Luarca sobre el Derecho Humano a la Paz (2006), germen de los posteriores trabajos que estimularon a la sociedad civil española e internacional para llevar al Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas la Declaración de Santiago sobre el Derecho Humano a la Paz de 10 de diciembre de 2010, que ha sido recogida en un 85 % por la declaración sobre el derecho a la paz aprobada por el Comité Asesor el 16 de abril de 2012.
En tiempos en que los derechos humanos son utilizados y manipulados al antojo de intereses ocultos, Ángel Chueca, jurista guiado por un fuerte sentido de la ética y la justicia, les devolvía su auténtico valor y significado. Lo manifestaba especialmente en su defensa de los derechos de los migrantes, de una sociedad inclusiva, de acogida, intercultural y diversa presidida por el derecho a emigrar, objetivos por los que él incansablemente trabajó.
Ángel nos acaba de dejar físicamente y sin duda seguiremos sintiendo su ausencia por mucho tiempo. Pero nos queda su ejemplo y su memoria, que continuará inspirando a las nuevas generaciones de estudiosos del DIDH y de los miembros de la AEDIDH en particular. Su integridad, su sentido de la justicia y su compromiso inequívoco con los principios de humanidad que sustentan el DIDH, permanecerán en nuestro corazón y en nuestro pensamiento, junto a la profunda huella que su bonhomía nos dejó.
Carlos Villán Durán, Beatriz Barreiro Carril y Carmelo Faleh Pérez, presidente, directora y secretario general de la AEDIDH.