La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha informado de que China ha hecho públicos datos sobre más de 44 000 casos confirmados del COVID-19 que indican que esta epidemia no es tan mortal como otros coronavirus registrados anteriormente, entre ellos el SARS de 2003 y el MERS de 2012, ya que más del ochenta por ciento de los pacientes presentan síntomas leves y se recuperan.
El director de la OMS, Tedros Adhanom Gebreyesus, señaló sobre estos datos que «parecen mostrar una disminución de los casos nuevos» aunque “esta tendencia debe interpretarse con mucha cautela ya que puede cambiar a medida que nuevas poblaciones se ven afectadas y es demasiado pronto para saber si esta disminución informada continuará. Cada escenario todavía está sobre la mesa”.
Concretó que “en aproximadamente el catorce por ciento de los casos, el virus causa una enfermedad grave, que incluye neumonía y dificultad para respirar. Y alrededor del cinco por ciento de los pacientes tienen una enfermedad crítica que incluye insuficiencia respiratoria, shock séptico e insuficiencia multiorgánica”.
Además, sólo en el dos por ciento de los casos reportados, el virus es fatal, y el riesgo de muerte aumenta a medida que se envejece: “Vemos relativamente pocos casos entre los niños. Se necesita más investigación para entender por qué. Estos nuevos datos abordan algunos de los vacíos en nuestro entendimiento, pero otros permanecen”, dijo, alentando a otros países a que compartan sus datos de contagio públicamente.
Hasta las 06:00 de la mañana del 17 de febrero 2020, hora de Ginebra, China había reportado 70 635 casos de COVID-19 a la OMS, incluidas 1772 muertes.
En las últimas veinticuatro horas, China había registrado 2051 casos nuevos, que incluyen casos confirmados clínicamente y confirmados por laboratorio. El 94 por ciento de los casos nuevos continúan viniendo de la provincia de Hubei. Fuera de China, la OMS ha recibido informes de 694 casos en 25 países y tres muertes.
No prohibir cruceros
La Organización Mundial de la Salud descartó por ahora prohibir los cruceros en Asia o limitar los viajes por los contagios de coronavirus.
La OMS considera que son riesgos manejables y que hay que tomar medidas proporcionadas entre los derechos de los pasajeros y el bien común.
“Fuera de Hubei esta epidemia está afectando a una proporción de gente muy, muy, muy pequeña. Así que, si vamos a perturbar todos los cruceros del mundo por el caso improbable de que haya un posible contagio con un posible patógeno, ¿dónde paramos? ¿Cerramos las embarcaciones en todo el mundo? ¿Qué pasa cuando otro país se vea afectado, tomamos las mismas medidas? Tenemos que ser extremadamente cuidadosos con lo que hacemos y basarnos en la salud pública, en pruebas y en el principio de que no existe el riesgo cero. Todo el mundo en este planeta entiende que es imposible reducir los riesgos a cero”, aseguró Michael Ryan, responsable del programa de emergencias de la OMS.