Este 4 de abril de 2020 es un mal día. A la ingente avalancha de desconocidos que están marchándose a diario, por culpa del maldito virus, hay que sumar hoy dos viejos amigos, Jesús Picatoste y Luis Eduardo Aute.
Hace años que no les veía pero eso no cuenta porque la amistad se prolonga –cambiante- en el tiempo, y porque ahora no veo a nadie, no vemos a nadie, estamos encerrados en casa, y en nosotros mismos, con la melancolía de todas las ausencias.
Hubo un tiempo en que todos teníamos veinte años, nos creíamos inmortales y éramos muy guapos. Fuimos una generación hermosa que se adornó con flores y venció en varias batallas (la guerra no, la guerra continúa).
Aute, Luis Eduardo Aute, pintaba y componía canciones. Picatoste, Jesús Picatoste, periodista, dirigía “Mundo Joven”, un semanario que publicaba noticias de los Beatles y Bob Dylan, y entrevistaba a Aute (y también a Lluis Llach, Raimon, Joan Manuel Serrat, Maria del Mar Bonet, Elisa Serna, Adolfo Celdrán, Hilario Camacho, José Afonso, Julia León, Las Madres del Cordero, Aguaviva…).
Yo escribía en la revista y conocía a los protagonistas.
En estos días absurdos, cuando disponemos de más tiempo del que querríamos, he leído un artículo de dos profesoras australianas[1] sobre el vacío, algo que se está haciendo más evidente cada día. Especialistas ambas en fotografía no han dejado de reparar en el carácter apocalíptico de esas imágenes de estanterías vacías en los supermercados, ni en la impresión de fin del mundo que dan los espacios públicos sin habitantes (desde los estadios de fútbol a los canales venecianos)
“La cuenta de Instagram ‘Beautiful Abandoned Place’ –escriben- tiene 1,2 millones de abonados. En las fotos publicadas en ella se ven edificios en ruinas o invadidos por malas hierbas; antiguos lugares turísticos hoy vacíos de visitantes…En el fondo –añaden- estamos contemplando un mundo sin nosotros”.
Mi mundo que se va vaciando poco a poco, se ha quedado hoy sin Picatoste y sin Aute. Su ausencia se suma al bucle sin fin de imágenes de amigos y colores. También de nostalgias.
- Cherine Fahd, directora de Fotografía, y Sara Oscar, profesora de fotografía, Escuela de Diseño de la Universidad de Tecnología de Sydney.
[…] provecta y también que el maldito virus es completamente ajeno a su muerte. Ejemplo más cercano, Luis Eduardo Aute, su desaparición tiene que ver con las consecuencias de un ictus sufrido hace tres […]