El Parlamento alemán aprobó, el 7 de mayo de 1020, una ley que prohíbe las «terapias de conversión», tanto para los menores como para los adultos que se vean «obligados, amenazados o manipulados» para someterse a dichas terapias, según una información difundida por el canal internacional CNN.
Las «terapias de conversión» son tratamientos pseudocientíficos que tienen como objetivo obligar a una persona a cambiar su orientación sexual (de la homosexualidad o de la bisexualidad a la heterosexualidad), y que pueden tener graves consecuencias psicológicas en las personas que las padecen.
Para el ministro federal alemán de Sanidad, Jens Spahn, la prohibición es una «importante señal que envía la sociedad alemana a todos los que tienen dudas respecto a su homosexualidad: sois completamente normales (…) la homosexualidad no es una enfermedad. La palabra ‘terapia’ es engañosas, al revés de lo que pretenden, las llamadas terapias enferman a la gente».
De hecho, son varios los estudios que aseguran que pasar por «una terapia de conversión» entraña grandes riesgos de caer en una depresión, e incluso de llegar al suicidio.
Llamadas «terapias reparadoras» por sus defensores, se basan en la suposición de que es posible cambiar, e incluso «curar» la orientación sexual de una persona. Recordemos que integristas y fundamentalistas católicos, muchos de ellos hoy miembros activos del partido de extrema derecha Vox, han defendido en España la teoría de que la homosexualidad es una enfermedad que puede curarse.
Al comentar la noticia, el corresponsal en Alemania de CNN Internacional Frederik Pleitgen recuerda que la prohibición incluye condenas de multas y cárcel para quienes hagan publicidad de dichas «intervenciones».