La vista es uno de los cinco sentidos que tenemos los seres humanos y, si preguntásemos a la gente por la calle sobre qué sentido preferiría perder, pocas respuestas habría en las que nos dijesen que la vista.
De hecho, junto con el oído, es el sentido más importante. Al fin y al cabo, la vista es nuestra ventana al mundo, es una de las maneras que tenemos de conocer lo que nos rodea: para ver y apreciar las maravillas del mundo, para observar y disfrutar de nuestros familiares y amigos.
Sin embargo, a pesar de la importancia que tiene en nuestras vidas la vista, por lo general, la cuidamos muy poco, en especial, aquellas personas que, en apariencia, no tienen ningún problema en la vista y que se escudan en el simple hecho de que «ven bien».
Revisiones de la vista
Independientemente de que tengas o no problemas de visión, es necesario que acudas a un especialista para que te examine la vista y para que puedas anticiparte o detectar los posibles problemas que te puedan surgir. Aunque no lo queramos aceptar o pueda resultarnos fastidioso, la prevención es una fase muy importante de nuestra salud, puesto que nos evitará un gran número de problemas en el futuro.
En el caso de la vista es recomendable que te hagas una revisión al año y que, desde luego, si notas algún tipo de molestia o cosa extraña, acudas al especialista sin pensártelo. Al fin y al cabo, es tu salud la que está en juego.
Puedes acudir a una clínica oftalmológica para hacerte una revisión exhaustiva de la vista bajo la supervisión de un médico profesional y con los aparatos necesarios para detectar cualquier tipo de deficiencia. Por supuesto, que si ya tienes algún tipo de problema como pueda ser, por ejemplo, la miopía o la presbicia, lo ideal es que lleves un seguimiento periódico para subsanar el problema o para, al menos, evitar que vaya a más. La idea es clara: a mejor vista, mejor calidad de vida.
Por qué hacerte una revisión ocular
Las revisiones oculares son la herramienta con la que podrás detectar si tienes algún tipo de problema en la vista o en tus ojos.
Podrás saber si sufres miopía, astigmatismo, el grado de presbicia que tienes —conocida como vista cansada—, así como, en el caso de que ya padezcas alguna de ellas, conocer si estas dolencias han sufrido algún tipo de variación. También puedes descubrir si tienes problemas de convergencia, es decir, si tus ojos tienen dificultades para trabajar juntos. El déficit lagrimal, conocido como el síndrome del ojo seco, se puede detectar en una revisión rutinaria. Y, por supuesto, en este tipo de exámenes se mide la presión intraocular que sirve para detectar glaucomas, una enfermedad en la que se va deteriorando la calidad de la visión y que puede concluir con la pérdida total de la visión del ojo afectado.
En resumen, es muy importante hacer revisiones periódicas de la vista para prevenir y detectar posibles problemas que reduzcan nuestra capacidad de visión. A pesar de que con el paso de los años es habitual que nuestra vista se vaya deteriorando, podemos controlar y limitar el empeoramiento de la visión.
