La violencia doméstica es una realidad cotidiana para miles de mujeres mexicanas. Según las cifras más recientes del INEGI, se estima que siete de cada diez mujeres han sufrido al menos un incidente de este tipo a lo largo de su vida, lo que da una perspectiva de lo grave de esta situación, informa Libertad López, de SemMéxico.
Además, la pandemia no ha hecho más que agravar la situación en el hogar: de acuerdo con datos de la Red Nacional de Refugios (RNR), a lo largo del 2020, la atención a mujeres víctimas de violencia en casa incrementó un 44 por ciento y durante los dos últimos meses del año, una mujer acudió en busca de refugio cada hora. Asimismo, la red estima que el 75 por ciento de las parejas de las mujeres son sus agresores.
«Pensar en acciones para prevenir, atender y eliminar las violencias contra las mujeres es reconocer las desigualdades y discriminaciones históricas a las que se han enfrentado durante cada etapa de su vida, así como los obstáculos estructurales que les imposibilitan ejercer su ciudadanía como sujetas de derechos. Contar con opciones de conectividad gratuita sin duda mitigará el impacto económico que la COVID19 ha tenido mayoritariamente en ellas, con esto muchas mujeres podrán pedir apoyo en caso de necesitarlo, tener atenciones psicológicas o jurídicas desde casa; podrán fortalecer sus opciones de emprendimiento accediendo a diversas plataformas, sin duda se acercarán opciones reales acordes a las necesidades de las sobrevivientes de violencia», afirma Wendy Figueroa, directora de la Red Nacional de Refugios, AC.
Diversos sectores, tanto públicos como privados, cada vez aportan con nuevas iniciativas, no solo para la protección de las víctimas, sino para la prevención de nuevos delitos que puedan aumentar las ya de por sí altas cifras violencia de género.
Actualmente, los 75 espacios de protección y atención de la Red Nacional de Refugios, han acompañado de forma especializada a 30.822 mujeres, niñas y niños, ya sea restituyendo sus derechos, promoviendo su empoderamiento o creando proyectos de vida libres de violencias mediante recursos como atención psicológica, e incluso generando alianzas con compañías como YOTELCO+ para la entrega de cien nuevas tarjetas SIM que les permitan no solo comunicarse ante una situación de riesgo, sino rehacer su vida a través de la democratización de servicios básicos de conectividad; todo de manera gratuita y con servicio móvil gratuito hasta final del año.
«En un mundo perfecto, no existe la violencia. Sin embargo, nuestro mundo parece estar lejos de ser perfecto, por eso cada pequeña acción para combatir el maltrato cuenta muchísimo. Nuestras cien SIMS gratuitas no convertirán instantáneamente este mundo en el cielo, pero al menos pueden ayudar a cien mujeres en riesgo a salir adelante. Estas mujeres tienen mucho que hacer en este momento, pero al menos no tendrán que preocuparse de pagar su servicio telefónico hasta finales de año», comenta Helgi Pakholok de YOTELCO+