En la Comunidad de Madrid estamos asistiendo a una campaña electoral cansina. La clase política hablando de comunismo y libertad por un lado, y por otro hablando de fascismo y democracia… ¿qué han conseguido? Enzarzarse, arengar a sus “hooligans” y azuzar a quienes padezcan “ciertas alteraciones” psicológicas (lo cual no es de extrañar por lo que nos está tocando vivir).
Mientras, la mayoría de la gente anda intentando sobrellevar sus vidas ante semejante pandemia, que se está llevando por delante tantas vidas de seres queridos, a lo que se suma la consecuente crisis económica que está afectando cada día a más personas.
Pero el capitalismo campa a sus anchas apoyado por sus secuaces del libre mercado y el neoliberalismo, ese que tiende a reducir al mínimo la intervención del Estado, por lo que el conjunto de adinerados ejercen preponderancia en el Gobierno del mismo.
Este sistema trae como consecuencia clasismo, individualismo, privilegiad@s, soberbia, humos, chulería, engreimiento, narcisismo, endiosamiento, mentira y manipulación, oprimiendo y estafando a los desfavorecidos.
Nada que ver con el respeto, la sencillez, la naturalidad, la sinceridad, la afabilidad, la equidad e imparcialidad, la cordialidad y la solidaridad tan necesarias para una convivencia tranquila y pacífica.
QUEREMOS VIVIR
La realidad consciente,
desahogad@s económicamente,
más cómicamente,
alegres y cordialmente.
Aunque la prepotencia capitalista
del egoísmo es el principal accionista.