El programa de integración liderado por La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), dedicado a proteger a las personas desplazadas y refugiadas, ha ayudado a más de diez mil personas a acomodarse en la nación norteamericana y a reiniciar sus vidas en nuevas comunidades.
El proyecto les proporciona el traslado a ocho ciudades del centro y norte del país, empleo formal y la posibilidad de solicitar la naturalización tras dos años de residencia permanente.
La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) alcanzó el hito a finales de mayo cuando tuvo que incrementar sus esfuerzos para ayudar al creciente número de personas refugiadas que encuentran protección en México.
La mayoría de las solicitudes de asilo, más del setenta por ciento, se presentan en el sur del país, donde escasean las oportunidades de integración y hay limitadas oportunidades de integración y servicios para las personas reconocidas como refugiados.
El programa de reubicación de ACNUR, establecido en 2016, proporciona a estas personas la ayuda necesaria para trasladarse a ocho ciudades ubicadas en el centro y el norte del país, donde hay una mayor oferta laboral y de vivienda, así como sistemas de educación y salud que les permiten una mejor integración.
Mayores ingresos
La efectividad del programa queda plasmada en un estudio reciente de la ONU que indica que solo el diez por ciento de las personas refugiadas en el sur de México tenía empleo y que el 17 por ciento desempeñaba trabajos informales esporádicos. Una vez reubicados, los registros se dispararon hasta un 92 por ciento de refugiados con un empleo formal y con una media de ingresos superiores en un 60 por ciento a los que percibían en el sur.
El proyecto cuenta actualmente con más de 170 empresas nacionales y multinacionales que emplean a personas refugiadas.
Asimismo, ACNUR apoya a estas personas proporcionándoles alojamiento temporal, orientación cultural, formación profesional, matriculación escolar y colocación laboral. Además, las personas refugiadas pueden solicitar la naturalización tras dos años de residencia permanente.
Las comunidades locales también se benefician de esta situación mediante el aumento de sus ingresos fiscales y las contribuciones a la seguridad social. Durante los próximos doce meses, se proyecta que las diez mil personas reubicadas generen ingresos superiores al presupuesto de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR) para el año 2021.
Un modelo para implementar en otros países
La Agencia de la ONU espera replicar este modelo en otros países, especialmente tras el grave impacto para los medios de vida y las economías que ha ocasionado la pandemia del coronavirus.
El objetivo del programa de reintegración de ACNUR en México para 2021 es reubicar anualmente a veinte mil personas provenientes de las zonas del sur. Estos empeños cuentan con el respaldado del Marco Integral Regional de Protección y Soluciones (MIRPS), que tiene como objetivo abordar las causas y consecuencias del desplazamiento forzado en la región.
Desde el año 2013, casi 54.000 personas han obtenido la condición de refugiado en México. La mayoría de ellas escapaba de la violencia de las bandas, la extorsión y la persecución en algunas partes de Centroamérica.