La justicia rusa ha declarado oficialmente «extremistas» las organizaciones del opositor encarcelado Alexey Navalny, una situación que permite liquidarlas y que significa un aumento de la represión contra sus partidarios cuando se acercan las elecciones legislativas del próximo mes de septiembre, según la información que publica hoy la edición francesa del diario Huffington Post.
Alexei Jafiarov, representante de la fiscalía rusa, ha comentado a los periodistas que «se ha establecido que estas organizaciones no solo difundían voluntariamente informaciones incitando al odio y la hostilidad hacia los representantes del poder, sino que también cometían delitos extremistas».
Por su parte, Navalny –quien se encuentra cumpliendo una pena de dos años y medio de cárcel por unas acusaciones de fraude que se remontan a 2014 y que él niega- ha reaccionado a la sentencia escribiendo en Instagram que no retrocederá: «Nos las arreglaremos, evolucionaremos, nos adaptaremos. Pero no retrocederemos ante nuestros objetivos y nuestras ideas. Es nuestro país y no tenemos otro».
La sentencia va dirigida, entre otras organizaciones, al Fondo de Lucha contra la Corrupción (FBK), célebre por sus investigaciones sobre el tren de vida y las malversaciones de las élites rusas, y a las oficinas regionales de Navalny que se ocupan de organizar las campañas electorales y las manifestaciones.
En un comunicado, los abogados de Navalny -que han anunciado que presentarán un recurso de apelación- han denunciado que ha sido «un juicio a puerta cerrada con documentos clasificados como secretos. En la última audiencia rechazaron todas las peticiones de la defensa y no se presentó ninguna prueba suficiente de culpabilidad».
A finales del pasado mes de abril, algunas de las oficinas regionales de Navalny ya fueron clasificadas como «extremistas» por el servicio de vigilancia financiera, y procedieron a autodisolverse «para evitar que imputaran a sus miembros». Ayer la justicia ordenó la disolución de las organizaciones restantes, entre ellas el Fondo de Lucha contra la Corrupción.
La semana pasada, el presidente ruso, Vladimir Putin, promulgó una ley que prohíbe participar en las elecciones a los colaboradores de organizaciones «extremistas».
En los últimos meses se ha acentuado la represión contra el equipo de Navalny, empujando al exilio a varios de sus dirigentes, así como contra los medios independientes y otros miembros de la oposición, siempre según el Huffington Post