Vitali Chychov, exiliado bielorruso en Ucrania de veintiocho años, fundador y director de la ONG «Casa bielorrusa en Ucrania», de ayuda a las personas que como él huyen del régimen dictatorial de Alexandre Lukachenko, ha aparecido este martes, 3 de agosto de 2021, ahorcado en un parque de la capital, Kiev.
Vitali Chychov había salido la mañana del lunes 2 a hacer jogging y nunca regresó a su casa. Según han declarado algunos amigos, «le siguieron» unos desconocidos.
La policía ha abierto una investigación porque sospecha que se trata de un «asesinato camuflado como suicidio».
La ONG ha denunciado «una operación planificada» por el régimen de Lukachenko para «liquidar» a una persona que ayudaba a quienes huyen de la represión: «No hay ninguna duda –han escrito en Telegram- de que se trata de una operación planificada por los chekistas (término con el que la oposición designa a las fuerzas de seguridad) para liquidar a una persona verdaderamente peligrosa para el régimen bielorruso».
«Yo diría que se trata de un crimen», ha dicho Svetlana Tsikhanovskaïa, jefa de la oposición bielorrusa exiliada en Lituania, quien estos días se encuentra de visita oficial en Londres, donde se ha entrevistado con el premier Boris Johnson, y donde ha declarado no creer en la tesis del suicidio del activista Vitali Chychov.
Este caso de Vitali Chychov tiene lugar pocos días después del incidente en los Juegos Olímpicos de Tokio protagonizado por la atleta Krystsina Tsimanouskaya, obligada a retirarse de la competición y amenazada con regresar a la fuerza a su país por haber criticado a las autoridades deportivas bielorrusas, y rescatada por el gobierno polaco que le ha proporcionado un visado humanitario y le ha dado asilo en su embajada en la capital japonesa.