El primer Congreso mundial para descolonizar la conservación de la naturaleza ha concluido con numerosos ponentes pidiendo el fin de la «conservación fortaleza» y el pleno reconocimiento de los derechos de los pueblos indígenas.
Con una asistencia de más de tres mil personas, entre presencial y online, el congreso Nuestra tierra, nuestra naturaleza, se celebró en Marsella (Francia) un día antes del Congreso Mundial de la Naturaleza de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, UICN, en la misma ciudad, que concluyó el pasado día 11 (setiembre 2021).
Durante esta cita, activistas y expertos indígenas y no indígenas han pedido:
- Que los derechos territoriales de los pueblos indígenas estén en el centro de la conservación, no más Áreas Protegidas.
- Que se descarte el plan del 30×30 (convertir el 30 por ciento de la Tierra en Áreas Protegidas para 2030 ) y las «Soluciones Basadas en la Naturaleza», pues ambas provocarán más violaciones de los derechos humanos de los pueblos indígenas y de las poblaciones locales.
- Que los pueblos indígenas estén en el centro de la conservación de la naturaleza, la acción climática y la protección de la biodiversidad.
- El fin de la «conservación fortaleza», el modelo racista y colonial de conservación promovido por gobiernos, empresas y grandes ONG de conservación.
Mordecai Ogada, ecólogo especializado en carnívoros y estudioso de la conservación de la naturaleza, explicó que «[el objetivo del] 30×30 es un problema estructural: para hacer lo correcto necesitamos cambiar la estructura, estamos pintando antes las paredes de un color que nos gusta en lugar de construir un tipo de casa diferente. Necesitamos replantearnos los tipos de Áreas Protegidas que existen y buscar un modelo más sofisticado de protección de la biodiversidad. Ahí es donde las grandes organizaciones afrontan un gran desafío, porque les resulta muy difícil cambiar sus propias estructuras».
Juan Pablo Gutiérrez, de la tribu yukpa, y delegado internacional de la Organización Nacional Indígena de Colombia, ONIC, declaró que «las Áreas Protegidas ya están protegidas desde hace años gracias a las personas y a las comunidades que las han cuidado todo este tiempo», y que lo que ocurre con el 30×30 «es que los gobiernos quieren distraer a la opinión mundial proponiendo soluciones que no tienen nada que ver con la problemática real. Si se quiere combatir el cambio climático, hay que combatir las causas que lo provocan».
Previo a la celebración del congreso de la UICN, cuyo fin es ampliar los actuales esfuerzos en materia de conservación de la naturaleza, en particular el llamamiento a expandir las ‘Áreas Protegidas, las protestas han sido generalizadas tanto en Brasil como en diferentes ciudades europeas y norteamericanas contra el marco temporal, una propuesta presentada por el sector del agronegocio, que defiende que los pueblos indígenas solo tienen derecho al territorio que ocupaban físicamente el 5 de octubre de 1988, día en que entró en vigor la actual Constitución.