La Unión Popular que recogió el veintidós por ciento de votos en la reciente elección presidencial, colocando a Jean Luc Melenchon en tercera posición, se ha transformado este primero de mayo en NUPES, Nueva Unión Popular Ecológica y Social, alianza electoral con el PCF, PSF, y EELV cara a las elecciones legislativas del mes de junio.
Lo que no fue posible en las presidenciales de mayo, la unión de los partidos de izquierda en torno a un programa común, se ha hecho ahora realidad, con la dinámica creada por la Unión Popular y su programa de ruptura con el neoliberalismo.
Para los socialistas, comunistas y ecologistas, laminados por su derrota flagrante en las presidenciales, este acuerdo electoral es una posibilidad de mantener su presencia en el marco parlamentario. Para la unión Popular, esta mano tendida a los otros partidos de izquierda se propone presentar desde la primera vuelta de las legislativas un candidato único de la izquierda, lo que puede permitir, en caso de obtener la mayoría, la apertura de un régimen de cohabitación frente al mal elegido y minoritario presidente Macron.
Pero este acuerdo electoral, que los dirigentes del PSF, PCF y EELV rechazaron en las presidenciales, se hace ahora en torno a un programa mínimo de ruptura con el neoliberalismo. En caso de victoria el NUPES, liderado por Melenchon como posible primer ministro, se propone la aceptación por todos sus componentes, no de la totalidad, pero si de una parte importante del programa de la Unión Popular.
A saber: Bloqueo de precios de productos de primera necesidad y de los carburantes. Salario mínimo a 1400 euros netos, jubilación a los sesenta años, garantía de autonomía de 1063 euros para los jóvenes, abrogación de la ley El Khomri (ley trabajo aprobada por el presidente Hollande y continuada por Macron), lanzamiento de la bifurcación ecológica, posibilidad de desobedecer a las directivas de Bruselas que vayan en contra de ese programa gubernamental, instauración de la sexta república contra la monarquía presidencial.
Ese acuerdo mínimo programático resitúa a los firmantes PCF, PSF y EELV, junto a la Unión Popular, en el campo de la izquierda francesa y se hace contra la voluntad de Yannick Jadot, de Fabien Roussel y de Anne Hidalgo, minoritarios hoy en sus propios partidos tras su derrota presidencial. Como dije en numerosas crónicas el PSF perdió lo poco que en él quedaba de izquierdas con su denominada «ley trabajo».
Olivier Faure, secretario general del PSF, ha aceptado el voto mayoritario de su partido en ruptura ahora con las políticas neoliberales de Hollande y Valls. Una clarificación ideológica que deja claro de una vez por todas que los «socialistos» tránsfugas y renegados compatibles con Macron, han abandonado las generosas ideas de la izquierda francesa.
Los llamados «elefantes» del PS han sido por fin desenmascarados y no esconden su preferencia por la derecha macronista, desde Valls a Chevenement, pasando por Hollande. En los medios informativos dominantes, los perros guardianes del sistema «presidencial monárquico» se agitan calumniando en todas direcciones. Como dice el adagio popular «Si los perros ladran, Sancho… es señal de que cabalgamos».
El acuerdo electoral de la Nueva Unión Popular ha sido aprobado por 62 por ciento de socialistas en el consejo nacional del PSF (167 a favor, 101 en contra y 23 abstenciones). Un voto que pone en cuestión la política neoliberal y derechista del hasta ayer partido de Hollande e Hidalgo. Pero un voto que muestra todavía el peso de las ideas derechistas en las instancias dirigentes de ese partido.
Los ecologistas del EELV han dejado así mismo en minoría a su dirección. Yanick Jadot pierde su liderazgo frente a Julien Bayou y Sandrine Rousseau favorables al acuerdo con la Nueva Unión Popular. De la misma manera el PCF y Fabien Roussel han aceptado ese mínimo acuerdo programático.
La base militante y simpatizante de la izquierda francesa ha aceptado esta vez la mano tendida por la Unión Popular. La NUPES se lanza así al asalto de las legislativas el 12 y el 19 de junio, presentando candidaturas únicas de izquierdas en un total de 471 circunscripciones. Dado el dispositivo electoral de las legislativas en dos vueltas, las candidaturas únicas en la primera ronda pueden evitar buen número de elecciones triangulares y favorecer la obtención de una mayoría parlamentaria.
En caso de victoria de la izquierda en las legislativas, la Constitución de la quinta república prevé que el presidente forme gobierno con la coalición ganadora, cuyo primer ministro sería Jean Luc Melenchon en un gobierno de cohabitación, serio contrapoder al poder omnipresente del jefe de Estado. Según las encuestas, 86 por ciento de simpatizantes de izquierdas son favorables a esa perspectiva de NUPES, versión 2022 del Frente Popular de 1936.
Conviene recordar también que 80 por ciento de franceses no votaron por Macron en la primera vuelta. Desde 1966 con Pompidou, nunca antes un presidente de la quinta república había sido tan «mal elegido» en la segunda ronda. Según las encuestas la mayoría de los franceses es favorable hoy a una cohabitación.
EL NPA, partido anticapitalista, no participará en el NUPES por estimar que la unión Popular ha hecho excesivas concesiones a sus aliados socialistas y ecologistas durante la negociación. Sin embargo, su presencia como del resto de la extrema izquierda será esencial en los próximos meses en las luchas sociales, ecológicas y sindicales que se anuncian en el país para imponer en el parlamento, como en las empresas y en la calle, las reivindicaciones de ruptura con el neoliberalismo en Francia y en Europa.
La lucha contra el bloque derechista que se ha formado en torno a Macron no será fácil, pero la constitución de la NUPES hace posible la victoria en las legislativas, y el comienzo de una lucha en todos los terrenos, institucional y social, para impedir cinco años más de política neoliberal destructora de los servicios públicos, generadora de austeridad y terreno fértil para el progreso cada vez mayor de la xenofobia ultraderechista en Francia como en Europa.
Este sábado 7 de mayo se celebra en Aubervilliers, periferia de París, la primera convención nacional de la NUPES, que investirá a los candidatos de la izquierda unida para las próximas elecciones legislativas. El acto concluirá con un discurso de Jean Luc Melenchon, coincidiendo con la investidura oficial de Macron como presidente.
Lo que nos espera no será un camino de rosas, pero con Jean Luc Melenchon y la NUPES se levanta en estos días de mayo en Francia una nueva esperanza de lucha por la dignidad humana y por los derechos de los trabajadores.