Un hospital de campaña que la Fuerza Aérea Brasileña (FAB) instaló en Boa Vista para recibir a los indígenas yanomami ya atendió a más de trescientas personas desde la semana pasada, la mayoría niños, según un balance presentado este 1 de febrero 2023 por el mayor Vandesteen, comandante de la unidad, informa Agencia Brasil.
Instalado en el predio de la Casa de Saúde Indígena (Casai), el hospital está equipado para hacer exámenes de laboratorio, ecografías y cuenta con camas de estabilización para pacientes más graves. «Hay muchos casos de neumonía, parasitosis intestinal, malaria y muchas enfermedades de la piel» dijo el Mayor Vandesteen a un equipo de Agência Brasil en la entrada del hospital de campaña.
Los periodistas pudieron corroborar la presencia de niños en recuperación, algunos con signos de bajo peso y enfermedades de la piel. El acceso al área interna está restringido. La unidad sirve como lugar de paso para indígenas que son dados de alta de cuidados más complejos y necesitan hacer una transición, o en casos de menor gravedad.
«No es un hospital de larga estancia, que tiene como finalidad la hospitalización. Nosotros asistimos al paciente, lo estabilizamos, en casos graves lo trasladamos. Tenemos camas de descanso, estamos en condiciones de acompañar a estos pacientes para que regresen seguros a su casa», explicó el comandante de la unidad.
Las especialidades incluyen ortopedia, pediatría, neonatología, medicina general, patología y ginecología. En total, hay 33 profesionales de la salud. No hay fecha límite para el cierre de actividades en el hospital de campaña.
Los casos más graves entre los niños son derivados al Hospital da Criança Santo Antônio (HCSA), en Boa Vista, mantenido por la alcaldía de la capital de Roraima. Según el último balance, divulgado el 31 de enero, hay 54 indígenas internados en la unidad. De estos, 44 son niños Yanomami y ocho están en la unidad de cuidados intensivos (UCI).
Las principales causas de hospitalización son enfermedad diarreica aguda, gastroenterocolitis aguda, desnutrición, desnutrición severa, neumonía, mordedura de serpiente y malaria. HCSA es la única unidad de salud en Roraima que atiende a niños desde los veintinueve días hasta los trece años. Además de pacientes de todo el estado, el hospital recibe pacientes de Guyana y Venezuela. A lo largo de 2022, hubo 703 admisiones de indígenas Yanomami al HCSA. De estos, 58 se debieron a la desnutrición.
Los pacientes adultos que necesitan más apoyo de salud son derivados al Hospital Geral de Roraima (HGR), también en la capital, que es el hospital más grande del estado. Según la Secretaría de Salud de Roraima, responsable del hospital, hay veinticinco indígenas hospitalizados en el HGR, ocho de ellos yanomamis. Solo un paciente está en la UCI. Los datos son del balance del lunes 30. Se trata de casos de tuberculosis, tratamiento de fracturas y hernias, entre otros.
En el Hospital Materno-Infantil Nossa Senhora de Nazareth, hay quince Yanomami en tratamiento médico, de los cuales siete son bebés recién nacidos, cinco son madres adultas y una es una adolescente. Las enfermedades incluyen neumonía severa, covid-19, desnutrición y parto prematuro.
Crisis humanitaria
Si bien entidades y organismos indígenas como el Ministerio Público Federal (MPF) ya denunciaron la falta de atención a las comunidades en la Tierra Indígena Yanomami durante mucho tiempo, nuevas imágenes de niños y adultos desnutridos, así como unidades de salud repletas de personas con malaria y otras enfermedades, llamaron la atención pública en las últimas semanas y motivaron al gobierno federal a implementar medidas de emergencia para ayudar a los yanomami.
Hace dos semanas, el Ministerio de Salud envió equipos técnicos a Roraima para hacer un diagnóstico de la situación de salud de los aproximadamente 30.400 habitantes indígenas de la TI Yanomami. En ese momento, la iniciativa fue anunciada como el primer paso del gobierno federal para diseñar, en asociación con instituciones de la sociedad civil, una «estrategia sin precedentes del gobierno federal para restaurar el acceso» de los yanomamis a una «salud de calidad».
Al visitar la Casa de Saúde Indígena (Casai) en Boa Vista, donde son atendidos los yanomami que necesitan atención hospitalaria, y los centros de base en Surucucu y Xitei, dentro de la reserva indígena, los técnicos se encontraron con niños y ancianos con graves problemas de salud, como desnutrición severa, casos de malaria, infección respiratoria aguda y otros problemas.
Medidas de emergencia
Cinco días después de que los equipos comenzaran a trabajar in loco, el ministerio declaró Emergencia de Salud Pública de Importancia Nacional y creó el Centro de Operaciones de Emergencia de Salud Pública (COE-Y), responsable de coordinar las medidas a implementar, incluida la distribución de recursos para la restauración de los servicios y articulación con los gestores del Estado y municipales del Sistema Único de Salud (SUS).
El pasado día 21, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva y varios miembros del gobierno federal, como la ministra de Salud, Nísia Trindade, y de los Pueblos Indígenas, Sônia Guajajara, fueron a Boa Vista, donde visitaron Casai. El presidente prometió involucrar a varios ministerios para superar la grave crisis sanitaria y, ese mismo día, aviones de la FAB transportaron alrededor de 1,26 toneladas de alimentos para ser repartidos entre las comunidades yanomamis. En los últimos cuatro años, al menos 570 niños han muerto por desnutrición y enfermedades tratables como la malaria.
El 24 de enero, profesionales de la Fuerza Nacional del SUS comenzaron a reforzar el servicio en Casai en Boa Vista. El día 25, a petición del Ministerio de Justicia y Seguridad Pública, la Policía Federal abrió un expediente para investigar la posible práctica de genocidio, falta de asistencia y delitos ambientales, además de otros actos ilegales contra los yanomamis.