Un diccionario recoge los nombres más importantes de la historia de la fotografía española
El médico y catedrático de Literatura Pedro Felipe Monlau (1808-1871), corresponsal en París de la Academia de las Ciencias y las Artes de Barcelona, fue el introductor de la fotografía en España y el autor, el 10 de noviembre de 1839, de la primera instantánea de la historia de nuestra fotografía (el edificio de la Lonja y la manzana de la Casa Xifré), que hizo con una máquina que él mismo había comprado a Daguerre en París y que aún se conserva. La máquina fue manejada por el grabador catalán Ramón Alabern, un discípulo de Daguerre. El Constitucional, uno de los periódicos de Monlau, anunció la primera utilización de aquella máquina y convocó al público a asistir a este acto histórico, en el que se sortearía entre los presentes la plancha obtenida. La exposición duró 22 minutos, se hizo entrega de la placa al ganador del sorteo y de ella nunca más se supo. Pocos días después, el 18 de noviembre, se hizo en Madrid una fotografía, una vista general del Palacio de Oriente tomada desde la parte derecha del río Manzanares, que se conservó en el hall de la Facultad de Farmacia de la Universidad Complutense hasta que fue destruida por una inundación que afectó al edificio en 1978. Supongo que el depósito en esta Facultad se debió a que la foto la hicieron los catedráticos de Farmacia Mariano de la Paz Graells, Juan María Pou y Camps, con una cámara propiedad de la sociedad El Liceo. El tiempo de exposición fue de 60 minutos
A partir de ese momento la fiebre por el nuevo invento se fue extendiendo al resto de España con una celeridad asombrosa. En la segunda mitad del siglo XIX el fotógrafo era ya un profesional perfectamente instalado en la sociedad a cuyo estudio acudía todo el mundo para hacerse fotografiar. El retrato ocupó a decenas de fotógrafos en una nueva profesión surgida al calor del nuevo invento. Retratistas como Juliá, Martínez Sánchez, Godínez, Antonio Cosmes, Antonio Esplugas, Manuel Company… operaban diariamente en los estudios fotográficos que proliferaron en las grandes ciudades durante el último tercio del siglo XIX.
DEL ESTUDIO A LOS PERIÓDICOS
Cuando la tecnología permitió que la prensa pudiese reproducir fotografías, la figura del fotógrafo cobró una nueva dimensión y el reportero gráfico iba a situarse a la misma altura de los profesionales del periodismo escrito. El primer periódico español en publicar una fotografía fue El Diario Mercantil de Valencia, en 1852, un daguerrotipo del profesor Pascual Pérez Rodríguez. Así pues, el fotoperiodismo español comenzó casi simultáneamente al que se inició en Inglaterra con las instantáneas de la guerra de Crimea de Robert Fenton en 1850. En 1858, dos extranjeros, Clifford y Laurent, ya colaboraban asiduamente con sus fotografías en El Museo Universal y La Crónica. El fotógrafo Enrique Fazio acompañó al escritor Pedro Antonio de Alarcón a la guerra de Marruecos, donde nació la fotografía de guerra española, con fotógrafos como Alfonso Sánchez García, José Campúa, Francisco Goñi, Ricardo Rivero… Las fotografías del desastre de Annual de 1921 y los enfrentamientos de Monte Arruit conmovieron entonces a la opinión pública a pesar de las restricciones y censuras de la época.
El francés Charles Monney y el español José Gómez de la Carrera estuvieron respectivamente en el asedio carlista a Bilbao en 1874 (de la guerra carlista también hicieron fotografías el polaco Ladislas Konarzewski y los españoles José Nieto de Lejarreta, Luciano Carrouche y Mauro Ibáñez y se atribuyen al escritor Théophile Gautier seis imágenes de esta guerra que se conservan en el Museo J. Paul Getty de Los Ángeles) y en la guerra de la independencia de Cuba. Antonio García y Otero y Aguirre testificaron los bombardeos de Durango y la defensa de San Sebastián. José Rodrigo documentó los acontecimientos del cantón de Cartagena. En La Ilustración Española y Americana colaboraba ya en 1884 una nutrida red de corresponsales gráficos, entre los que sobresalía Juan Comba, uno de los padres del fotoperiodismo español. Publicaciones como Blanco y Negro, Nuevo Mundo y La Revista Moderna publicaban reportajes fotográficos de Christian Franzen, García Rufiño, Pedro Calvet y Alfonso Sánchez García. En 1885 se publicó uno de los primeros reportajes en La Ilustración. Revista Hispano América, firmado por Heribert Mariezcurrena sobre los terremotos de Andalucía. En Cataluña L’Esquella comenzó a publicar en 1890 reportajes ilustrados con fotografías. En 1909 se publican los de la Semana Trágica de Barcelona firmadas por Josep Brangulí, Adolf Mas, María Sagarra y otros. Nacía una generación de fotoperiodistas que iban a poner las bases del nuevo reporterismo gráfico español: Manuel Roca, Alejandro Merletti, Francisco Goñi, Julio Duque, Gómez Durán, Josep Moragas, Josep Brangulí Soler… y con ellos, la especialización en el campo de la fotografía informativa: sucesos, política, toros, deporte. Merletti llegó a fabricar una minicámara para pasar desapercibido cuando pesaba la amenaza de la prohibición de tomar fotografías en determinados actos, como en el juicio a Ferrer Guardia. También los diarios comenzaron a publicar fotografías: ABC, La Vanguardia, El Imparcial, El Gráfico, El Heraldo de Aragón… lo hicieron de la Semana Trágica o del atentado anarquista contra Alfonso XIII
En el siglo XX la multiplicación de las posibilidades de la fotografía facilitó la aparición de nuevos géneros, entre la denuncia social y la experimentación artística, que han venido a enriquecer el panorama de la fotografía y de la profesión fotográfica y a multiplicar el número de fotoperiodistas, fotógrafos sociales y creadores dedicados a la fotografía. Desde los primeros años, algunos profesionales y artistas han marcado las pautas de un género que ha proporcionado algunas de las imágenes que en ocasiones han conmovido y otras veces han emocionado al mundo. Es muy extensa la nómina de profesionales que se han dedicado a la fotografía y que han aportado testimonios impagables o innovaciones en su momento revolucionarias. Para tener conocimiento puntual de cada uno de ellos, es de una gran utilidad el “Diccionario de fotógrafos españoles. Del siglo XIX al XXI” que acaba de publicar la editorial La Fábrica. Aquí se encuentran casi todos los nombres que han hecho las grandes aportaciones sobre las que se ha construido el mundo de la fotografía española. De Kaulak a Alberto García-Alix, de Catalá-Roca a Cristina García Rodero, de Ortiz Echagüe a Alberto Schommer… toda la historia de la fotografía española está recogida en las más de 650 páginas que configuran este trabajo monumental, riguroso y bellamente ilustrado. Se incluyen aquí los nombres de más de 500 fotógrafos que desde el siglo XIX han desarrollado su profesión en nuestro país, así como algunos de los extranjeros más notables, que fijaron en España una de sus plazas de trabajo, como el inglés Charles Clifford, que se convirtió en fotógrafo oficial de la reina Isabel II; el alemán Kurt Hielscher (autor de “La España incógnita”), el danés Christian Franzen y los franceses Auguste Muriel y Jean Laurent, fotógrafo de la Casa Real, que llegó a España formando parte del séquito de María Cristina cuando ésta regresó de su exilio en Francia.
Todos ellos, junto a los españoles, cubren la totalidad de corrientes y géneros que se han manifestado a lo largo de la historia y que este diccionario cubre en su totalidad: fotoperiodismo, fotografía social, artística, fotografía de moda y publicidad, paisajística y urbana…