Save the Children afirma en su informe Lactancia y Maternidad en México: Retos ante la Inequidad, presentado en marzo pasado, que podrían evitarse en todo el mundo 830.000 muertes si cada recién nacido recibiera leche materna durante su primera hora de vida. Sólo un 37 % de niños y niñas en el mundo reciben exclusivamente la leche materna durante los primeros seis meses de vida, y el 43 % son amamantados la primera hora.
En México, este porcentaje es aún más bajo, tan sólo un 14,4 % de menores de seis meses reciben la lactancia materna exclusiva; en las zonas rurales el porcentaje sigue siendo más bajo.
La presión cultural y de la comunidad, la escasez de trabajadores de la salud capacitados en la práctica y beneficios de la lactancia, la falta de legislaciones adecuadas sobre lactancia, y cuestionables prácticas en el uso y comercialización de sucedáneos de leche materna, son los factores que han influido en el decremento de esta práctica en el país en los últimos seis años.
Está comprobado que las mujeres que reciben atención especializada tienen 18 % más probabilidades de llevar a cabo una lactancia materna temprana y exclusiva, sin embargo, en México se desconocen las cifras de personal de salud debidamente entrenado para promover esta práctica. Además, se estima que 300.000 mujeres no reciben asistencia de personal de salud durante los partos.
Aunado a esto, las madres en la mayoría de los países, incluido México, no cuentan con un permiso de maternidad de 14 a 18 semanas, como recomienda la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Asimismo, las madres trabajadoras en el sector informal (venta callejera), las trabajadoras del hogar, y las del sector ambulante o agrícola, no reciben protección especial por parte del Estado. Para Save the Children, la importancia de la duración adecuada de la licencia de maternidad es fundamental, no sólo para estrechar el vínculo afectivo con el bebé, sino también para la continuación de la lactancia materna.
La Encuesta Nacional de la Salud (Ensanut) del año 2012 reveló que el 85 % de niñas y niños mexicanos no recibían lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses de vida. Ese mismo año, tratando de rebajar el porcentaje y mejorar la atención a las mujeres, se amplió la prestación del Seguro Popular (para personas que no cuentan con afiliación a la Seguridad Social), lo que permitió el acceso al sistema social a madres que no contaban con estos servicios. Y la iniciativa de reforma a la Ley General de Salud de estableció la adecuación de espacios para extracción de leche materna.
Sin embargo, la organiación dedicada a la protección de la niñez considera que aún son necesarias muchas más medidas y que la promoción de la lactancia materna es una de las estrategias más efectivas para prevenir la mortalidad infantil. Según la CIA World Factbook, en 2012 se contabilizaban 16,77 muertes por cada mil nacimientos. En España, la cifra es de 3,37. El país con la tasa más reducida es Mónaco (1,8), seguido de Japón (2,21), Bermudas (2,47), Singapur (2,65) y Suecia (2,74). En Afganistán (encabezando el ranquin) mueren 121,63 niños por cada mil que nacen. Níger, Mali y Somalia también pierde demasiados niños: 109,98, 109,08 y 103,72, respectivamente.