Estar como estamos viviendo en plena Civilización de la Imagen comporta más allá de meros códigos de lectura complejas pautas de comportamiento ‘ad hoc’: somos informados, cuando no directamente teledirigidos vía códigos visuales. La señalética se convierte en una ciencia omnipresente en la vida cotidiana. El color verde abre paso, un triángulo en rojo es aviso de peligro.
© Manuel López
En este caso hay dos mensajes visuales que se solapan por obra y gracia de una fortuita coincidencia en el tiempo y el espacio, obviamente no deseada en ninguno de ambos casos. Porque, a ver, “No hay salida” es una cosa. Las señales de discapacitado y mujer, otra radicalmente distinta.
Sin embargo, juntas ambas en un mismo espacio visual parece que nos llevaran al bucle de la mismísima situación política tan enrevesada que estamos viviendo estos días. Hay salida, sobre el papel y en teoría, pero las circunstancias son las que hay: seis de cada diez jóvenes españoles están dispuestos a marcharse a trabajar al extranjero ante la dramática falta de salidas en el país propio.