No vivimos una vida sino tres: cuando nos imaginamos lo que queremos, cuando lo hacemos y cuando lo traemos a la memoria. Será por eso que nos rinden las horas vistas desde esta perspectiva tridimensional.
Xulio Formoso: reloj no marques las horasNo obstante, hay quien se empeña tenazmente en matar el tiempo. No lo llena de filigranas de recuerdos ni lo entretiene con bocetos de proyectos futuros. No. Asesina lentamente a la joven Talo y a la madura Carpo sin molestarse en dar el pésame a los minutos siguientes.
Hay gente que cree que llegó su hora y se aferra a ella con tanta fruición que no se percata que la asfixia y, cuando moribunda ésta le mira implorando un poco de humildad, completa el cronocidio sin que haya método de resucitación cardiopulmonar que valga.
No se recupera el tiempo perdido. El pasado huyó para siempre. Puede que se aprenda la lección y se aproveche el porvenir o al menos se le coloque un GPS (grillete para segundos) para que no pase de largo mientras nos concentramos en el presente.
También existe siempre a quien le sobra una hora. Si vos eres una de esas personas, no la arrumes con las demás hasta que se te conviertan en días y meses, puede que te caiga la pila encima y sucumbas bajo el peso de los años.
El crematorio de minutos funciona temporalmente las 24 horas. Tiene sede fija en la nostalgia pero cumple funciones de forma itinerante en las salas de espera de los consultorios, colas de los bancos, taquillas para gestión de trámites y carreteras con tráfico congestionado.
Lástima que las horas sobrevivientes siempre son de otra persona y, siendo intransferibles, no pueden ser donadas ni entregadas en comodato. Por fortuna, en ocasiones hay otros sin oficio que responden las llamadas de emergencia de nuestros mensajes de textos y podemos compartir ociosidades como ésta que ahora estás leyendo.
De vez en cuando conviene convidar un amor, servir dos tazas, ponerle jarabe de papelón al café aliñado, revolverlo todo hasta que se disuelvan las angustias y seguirnos enamorando mientras nos tomamos un tiempito.
Oh! precioso tiempo, que un segundo te conviertes en infinito cuando en provecho del espíritu hace de ti necesario, pobres de aquellos, que te dejan pasar y no saben de ti lo inmensamente grandes que eres, no eres ilusión, eres el corazón de un mundo eterno, eres la sabiduría de los siglos, eres la comprensión del ser que no debemos dejar pasar, eso eres TU, TIEMPO
lo voy a compatir….. me gustaaaaa….
Me pregunto: hasta cuándo podemos olvidarnos de cronos y dejar de exclamar: ya es tarde, ya el tiempo borró todas las ansias, dejamos de pensar «hay que que vaciar la vida de tristezas, hasta que no queden más que anhelos e ir tras ellos”, Ira de Antares. Eso es ser valiente, aferrarse a la única vida que tenemos vivirla. Pero es difícil, seguimos aferrados a ciertos pensamientos destructivos «el dolor da al pasado cierta inmortalidad”, Alicia M. Esta noche es Navidad, yo no tengo arbolito que adornar pero he convertido mi corazón en un inmenso pesebre para dar alojamiento a todos los que quieran entrar, a mis seres amados, a los amigos verdaderos. Entre ellos estás tú mi, pequeña gran guerrera, como me gusta nombrarte. Feliz Navidad!!!