El 27 de febrero de 2015 es el 10º aniversario de la entrada en vigor de uno de los tratados sobre salud más importantes conseguidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Convenio Marco sobre el Control del Tabaco, firmado por 180 países y que ampara por lo tanto al 90 % de la población mundial.
En opinión de Laurent Hubert desde Ginebra, “los creadores del Convenio tuvieron propósitos audaces, como proteger las generaciones presentes y futuras de las consecuencias devastadoras que el consumo de tabaco causa a la salud, la sociedad, el ambiente y la economía”.
Todo ello, en un momentos en que el tabaco sigue siendo la tumba para millones de seres humanos en distintas partes del mundo al tiempo que un gran negocio para las multinacionales del sector, que no cejan en su empeño de seguir ganando dinero y cuotas de mercado, si bien la distintas leyes, afortunadamente, le están parando los pies a más de una. Tan grande es el negocio montado sobre el tabaquismo, que solamente en 2013 los beneficios de las cuatro mayores multinacionales del sector fueron de 36.000 millones de dólares, afirma el citado experto en la materia, Laurent Hubert.
Por lo que a España respecta podría decirse que vamos ganando la batalla contra el tabaquismo y todo lo que ello conlleva, pero muy lentamente. Es cierto que han bajado las muertes derivadas del tabaco en los últimos años, pero también lo es que el tabaco provoca una de cada dos muertes en nuestro país, y que uno de cada dos fumadores que la contrae sigue muriendo debido a dicha enfermedad, según la Sociedad Española de Cardiología.
Hoy sigue fumando el 26,2 % de la población española, mientras que hace unos años la cifra era superior el 30 %. Resulta curioso este porcentaje, porque por ejemplo en Estados Unidos, cuna de las mayores multinacionales del sector, el porcentaje de fumadores no llega al 20 %. Un dato alentador es que desde el año 2011 unos 800.000 españoles han dejado de fumar de los tres millones que lo intentaron. Con ello han conseguido en gran parte salvar sus vidas, si no todos muchos de ellos, ya que según los expertos “si un fumador deja el tabaco antes de los 45 años su pronóstico vital se iguala prácticamente al de los que nunca han fumado”.
Varias han sido las causas para esta disminución del número de fumadores: el aumento de precios, ya que está demostrado que un aumento del 10 % en el precio del tabaco equivale a una disminución del 5 % en el número de consumidores. La publicidad en las cajetillas, si bien España fue uno de los últimos países en incorporarse a las campañas llevadas a cabo tanto en la Unión Europea como en distintas partes del mundo. Otros dos factores que han influido han sido la crisis y la entrada en vigor de la Ley Antitabaco.
Lo que no sea producido, en contra de los agoreros que presagiaban casi un derrumbe de la hostelería por la prohibición de fumar en lugares públicos, ha sido el cierre de decenas de miles de bares y por tanto la pérdida de cientos de miles de puestos de trabajo. En estos momentos la convivencia y el respeto entre fumadores y no fumadores es normal, ya que el que desea fumar sale del local a hacerlo.
Otro dato que llama la atención en varios países de Europa es cómo la mortalidad de los hombres a causa del tabaco ha comenzado a disminuir mientras que por el contrario ha aumentado el de las mujeres. Concretamente en España el aumento de la mortalidad en las mujeres por su consumo ha sido el 7 %, según la Sociedad Española Contra el Cáncer.