Como Valle Inclán, el realizador catalán Isaki Lacuesta, ganador del Goya en 2011 con Los pasos dobles, considera que “la mejor forma de reflejar lo que ocurre en España es el esperpento”. Y esperpento es su última película: «Murieron por encima de sus posibilidades», una obra sobre la crisis actual, producida “en crisis”, en cooperativa por todos cuantos han intervenido en ella, y que se ha rodado a lo largo de dos años “aprovechando los huecos en las agendas de los actores”.

En el elenco del casting figuran hasta un centenar de nombres más –entre otros Eduard Fernández, Ariadna Gil, Emma Suárez, Luis Tosar, Ángela Molina, Àlex Monner o Àlex Brendemüh- aunque los protagonistas son cinco tipos (Raúl Arévalo, Albert Plá, quien también ha compuesto la música y tiene mucho que ver en los mejores momentos de la historia, Iván Telefunken, Jordi Vilches y Julián Villagrán) ingresados en un psiquiátrico y afectados de lleno por la crisis que, sin nada que perder, idean un plan para salvar la economía que incluye salir a la caza de políticos y banqueros y el secuestro del presidente del Banco Central.
Retrato de una España que, en palabras del realizador, es “un país de locura, como la mayoría”, «Murieron por encima de sus posibilidades» es, en fin de cuentas, “una película esperpéntica y desmedida, aunque menos que lo que se puede leer en cualquier periódico”; una película que fue cobrando cuerpo con “las conversaciones escuchadas en los bares y al ver como tu librero dejaba de hablar de Montaigne para decir que quería matar a su banquero”.



