Un País Imaginario
El Presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, está dispuesto a dar la batalla en el Parlamento de aquí a final de año, por lo que cambiará totalmente de táctica a partir de ahora. Fuera pues trajes de Emidio Tucci y corbatas italianas a juego con la barba; fuera declaraciones detrás de un plasma, eso ya es historia.
Rajoy acudirá al Parlamento con sus mejores armas, como un verdadero troyano, consciente de que va a tener que vérselas con unos tipos que no le van a perdonar estar en medio de la escalera, como buen gallego, esperando que escampe, y pretenden enviarle a Santa Pola, donde tiene su plaza de registrador de la propiedad, humilde oficio que no da ni para sardinas a la brasa.
Prepárense para la que se avecina, porque Mariano, el Presidente en su salsa, con sus mejores galas, puede resultar más peligroso que un mono con una navaja barbera en una guardería infantil. ¡Id temblando, oposición!
¿Dónde vas, Rajoy Mariano,
dónde vas, triste de ti,
con esa lanza en la mano
buscando guerra sin fin?
Dialoga en el Parlamento
sin plasma o televisión,
pues en democracia es sustento
verbo y mutua comprensión.
Sube o baja la escalera,
sube o baja de una vez,
que nos tienes a la espera
de tu palabra, ¡pardiez!
Te ha salido un novio ahora
que se llama Ciudadanos,
¡cuidadín, Mariano, implora
que no te gane la mano!
Mariano, te quedan tres teleplasmas, ya se van a terminar los suicidios inducidos, los desahucios injustos y los peperos corruptos, corruptores y corrumpibles. Ya el partido colapsado tendrá que cambiar de nombre AP, PP, cs,…?