La publicidad ha evolucionado de forma constante para adaptarse a la siempre cambiante sociedad de consumo y a los formatos que han surgido con las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, y en ese ámbito se ha mantenido contante la necesidad de crear vínculos entre una empresa y sus clientes o usuarios.
Así, mientras la publicidad urbana ha evolucionado de las grandes pancartas a las campañas callejeras como el “street marketing”, “art branding” y “ambient marketing” para acercarse al cliente de una forma más personal y directa, los regalos de empresa han seguido buscando los soportes más útiles para hacer visible la marca a través de artículos promocionales originales.
Hay empresas que recomiendan elegir un producto relacionado con la actividad o marca para regalar a los clientes o empleados, porque de esta forma será fácil establecer una relación a simple vista. Por ejemplo, una empresa relacionada con los viajes puede regalar mochilas de viaje.
También es importante hacer regalos publicitarios que sean de utilidad para los clientes. Por ejemplo, en empresas relacionadas con el turismo de playa, regalar toallas personalizadas o sombreros personalizados supondría que los clientes lo podrían llevar y así también promocionar el negocio.
Actualmente se encuentran catálogos con más de 5000 productos de publicidad, pensados para regalos corporativos e institucionales, o destinados para congresos, cursos, convenciones y ferias, que pueden llevar un logo a prácticamente cualquier soporte, mediante tecnologías tradicionales de estampación de serigrafía, tampografía, tránsfer, bordado o sublimación, y dónde ya aparecen las nuevas posibilidades de las impresoras 3D.
Ya no es novedad que la ecología juegue un papel determinante en el momento de escoger una empresa de merchandising, porque además de querer que sean útiles, originales o divertidos, se pretende que sean ecológicos, responsables con el medio ambiente, y a ser posible fabricados con materiales reciclados.
También se tiene en cuenta la ética profesional de las empresas suministradoras, porque además de buscar precios competitivos, hay que cuidar de la reputación de la marca, para que no quede empañada por prácticas poco convencionales de los fabricantes.