«Lío en Broadway» (She’s Funny That Way), un guión que recupera toda la gloriosa tradición de la mejor comedia de Hollywood, escrito en los años 1990 por el realizador Peter Bogdanovich* y su exmujer Louise Stratten, llega por fin a las pantallas de todo el mundo tras dormir quince años en un cajón como consecuencia de la muerte de John Ritter, el actor que debía interpretar al protagonista (muy popular en los años ’70 por su papel en la serie Tres son multitud).
Una pincelada de Lubitsch, una frase de su película de 1946 «La Loca ingenua», relativa a la libertad que significaría “dar ardillas a las nueces” (en lugar de hacerlo al revés, como es habitual en Central Park), que remite al protagonista a todas sus “conquistas” femeninas; algo de los universos de Franck Capra y Howard Hawkes, un recuerdo nostálgico de Audrey Hepburn y un humor en la línea de la comedia humana de Woody Allen… el veterano realizador Bogdanovich (75 años y más de 25 películas en su haber) nos regala su homenaje a la edad de oro del cine en una deliciosa comedia romántica muy moderna.
La vida de Isabella (Imogen Poots), también conocida familiarmente como Izzy (y como Glo cuando ejerce de acompañante en suites de lujosos hoteles), cambia completamente cuando conoce a Arnold (Owen Wilson), un encantador director teatral de Broadway, casado y padre de dos niños, filántropo que tiene la costumbre de regalar grandes sumas de dinero a las prostitutas que “le caen bien”. A través de los recuerdos, como mínimo atípicos, que Izzy va contando a una incrédula periodista, la antigua escortgirl llegada a Hollywood para intentar una oportunidad en el cine nos informa acerca de cómo ha ido cambiando también, en peripecias imprevisibles, la vida del resto de los personajes que aparecen en la historia: Delta, la actriz esposa del director (Katryn Han), el actor narcisista y procaz Seth Gilbert (Rhys Ifans), el dramaturgo Joshua Fleet (Will Forte), el viejo detective disfrazado de judío ultraortodoxo (George Morfogen), el viejo juez libidinoso (Austin Pendleton) e incluso la estrambótica Jane (una desconocida Jennifer Ariston), psicoterapeuta de varios de ellos…
Todo un mundo reducido en el que los protagonistas se entrecruzan, se prodigan los equívocos, se multiplican las situaciones divertidas. Un mundo que hace posibles los milagros para ese puñado de personajes con un punto de ridículo, pero muy simpáticos. «Lio en Broadway» es una clásica, muy clásica “comedia de enredo”, con todo el aroma de las antiguas producciones del lugar cuando las actrices eran estrellas, incluso divas, los actores empedernidos solterones, o divorciados, coleccionistas de romances, y las call-girls alternaban una incipiente carrera interpretativa con las noches pagadas por productores y representantes.
En un divertido crescendo, «Lio en Broadway» es como un cuento de hadas en el Nueva York de ahora mismo, donde puede ocurrir cualquier cosa, incluso que el conductor de un taxi decida abandonar a sus clientes en un embotellamiento y montarse en otro taxi…
- Peter Bodganovich (1939) es un actor, productor, guionista, crítico y escritor cinematográfico (autor, entre otras, de una magnífica biografía de su amigo Orson Welles), descendiente de judíos serbios que huyeron del nazismo emigrando a Estados Unidos, e integrante del movimiento conocido como el Nuevo Hollywood (junto a William Friedkin, Brian de Palma, George Lucas, Martin Scorsese, Michael Cimino y Francis Ford Coppola). “Su carrera se resume en una fórmula simple y fatal a la vez: tres éxitos-cuatro chascos en el corto período que va desde su primer largometraje, The Last Picture Show (1972, dos Oscars) hasta los terroríficos hechos que rodearon el estreno de «Y todo el mundo reía» (1981), cuando la protagonista, la joven modelo Dorothy Stratten, fue violada y asesinada por su ex novio, celoso al descubrir que mantenía una relación con el cineasta, sucidándose a continuación”.
Ocho años después del drama, Bodganovich se casó con la hermana de la difunta, Louise Stratten, treinta años más joven que él. “Mi vida era la que era, y no tengo intención de pasar el resto de mis años explicándola”, respondió a un periodista que pretendía rememorar aquellos tiempos, parte de los cuales contó él mismo en un libro que Bob Fosse adaptó para el cine (Star 80).
A The Last Picture Show siguieron los éxitos de ¿Qué me pasa Doctor? (1972), y Luna de Papel (1973, Oscar a mejor actriz secundaria para Tatum O’Neal, debutante de 10 años). A partir de 1974 la carrera de Bodganovich se vio constantemente vapuleada por la crítica (Una señorita rebelde, el musical At Long Last Love…), hasta el punto de que finalmente abandonó la gran pantalla y ahora llevaba quince años alejado de los estudios durante los cuales ha dirigido telefilmes, se ha interpretado a sí mismo en la serie Out of Order, ha sido estrella invitada en la serie Los soprano y ha presentado el programa The Essentials, en el canal TCM los sábados por la noche.