Una conferencia celebrada en Glasgow, co-organizada por la Organización Mundial de la Salud -OMS- y la Alianza Mundial de la Hepatitis -WHA- con apoyo del gobierno escocés, en la que han participado autoridades de la salud y ONG de pacientes de más de 60 países, ha fijado el objetivo de alcanzar en 2030 una reducción sustancial de nuevos casos y de muertes por esta enfermedad.
Políticos, médicos y grupos de pacientes que participaron en esta primera conferencia mundial de las hepatitis, emitieron al final la «Declaración de Glasgow», documento que apela a los gobiernos para que trabajen junto a la OMS para definir metas globales de prevención, diagnóstico y tratamiento, afirmando en el texto que la eliminación de las hepatitis es posible, pero falta la decisión política de los gobiernos, informa Carlos Varaldo.
En la conferencia se redactó el borrador de un plan de estrategia global sobre hepatitis vírica y la OMS presentó un nuevo manual para el desarrollo y evaluación de planes nacionales para la hepatitis vírica.
El plan establece metas para 2030 que incluyen: la reducción del 90 % en nuevos casos de hepatitis B y C y la caída del 65 % en las muertes causadas por hepatitis B y C, además de metas sobre tratamiento, para conseguir que el 80 % de los infectados tengan acceso a los tratamientos.
En los dos días anteriores a la Conferencia grupos de pacientes de la WHA quedaron reunidos para discutir las prioridades, cambiar experiencias y conocer las preocupaciones de cada país. En el grupo de América Latina estaban presentes, Brasil, Argentina, Chile, Perú, Guatemala y México.
Patentes
Durante dos horas el tema patentes fue ampliamente discutido. En la mesa se encontraba un representante de «Médicos sin Fronteras» defendiendo la quiebra de patentes y un representante del «Pool de Patentes» (patenpool) explicando cómo trabajan en el SIDA, Malaria y Tisis y que pasan ahora a trabajar con el licenciamiento voluntario de las patentes de los medicamentos de hepatitis en 101 países de menores recursos.
La discusión aclaró que la situación vivida en los medicamentos del SIDA 20 años atrás, cuando eran fabricados de forma monopólica, es una situación muy diferente a lo que acontece actualmente con los medicamentos para hepatitis C, donde existen actualmente cinco fabricantes y, además, investigaciones en curso sobre otros 21 onuevos medicamentos prometedores.
El acuerdo final, incluso estaba presente la gerente de la Open Fundation, que actúa en la quiebra de patentes o licenciamiento compulsivo, sostiene que lo mejor para combatir la hepatitis C es negociar reducciones de precios, lograr licencias voluntarias y/o trabajar con genéricos y de ésa forma tener acceso a los tratamientos de forma inmediata, porque quebrar la patente, fabricar, hacer el ensayo clínico y llegar a los pacientes demoraría unos tres años.
En Glasgow, Brasil fue uno de los cuatro países puestos como ejemplo a ser seguido en el enfrentamiento de las hepatitis, los otros fueron Mongolia, Uganda e Indonesia.