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Amnistía Internacional ha hecho pública una campaña en defensa de Julio Mata Montiel, secretario ejecutivo de la Asociación de Familiares de Detenidos Desaparecidos y Víctimas de Violaciones a los Derechos Humanos en México, AFADEM, Atoyac de Álvarez, Guerrero.
Julio Mata brinda acompañamiento a familias de personas víctimas de desaparición forzada y no localizadas, principalmente en el estado de Guerrero. Desde 1996 forma parte de la AFADEM, organización a la que llegó tras la detención y desaparición de su hermano. Ha sufrido vigilancia y amenazas por su labor.
“Pertenezco a la Asociación de Familiares de Detenidos y Desaparecidos y Víctimas de Violaciones a los Derechos Humanos en México (AFADEM). Soy originario del D.F., trabajé como alfabetizador, organizador regional y capacitador auxiliar en el INEA (Instituto Nacional para la Educación de los Adultos) durante 5 ó 6 años. Desde ahí comenzamos a impulsar el sindicato de trabajadores.
En el año 90 me enteré de que a mi hermano lo había secuestrado la policía judicial. Yo vivía en Cuautitlán, me dijeron que me había ido a buscar la policía judicial, le hablé a mi esposa para decirle que no iría a la casa, pues yo ya sabía cómo operaba la policía, torturando y obligando a la gente a confesar delitos. Me comentó que comenzaron a interrogarla; cuando le preguntaron sobre mí, dijo que nos habíamos separado dos años atrás. Los judiciales me acusaron de pertenecer a una banda terrorista. Desde este momento ya no me acerqué a mi casa, así pasaron seis años. Durante dos años sólo veía a mi esposa cada seis meses aproximadamente. Pude sobrevivir gracias a mis trabajos y con el apoyo de amigos que me permitían pasar algunos días en sus casas.
Un día me encontré con la AFADEM y les expuse mi caso. Un tiempo después me dijeron que lo habían revisado y que no había una orden de aprehensión contra mí, por lo que me pidieron que acudiera a una rueda de prensa en el Día Internacional del Detenido Desaparecido. Ahí me presentaron públicamente, sentí miedo de que me detuvieran, porque yo no sabía lo que era un detenido desaparecido».