Un informe de la Dirección General de Seguridad Nacional de Marruecos que abarca el período de un año, de mayo de 2015 a mayo de 2016, refleja que 3782 policías han sido apartados de sus funciones por abuso de poder o corrupción.
Las quejas por actuaciones policiales son normales entre la ciudadanía que ha vivido muchas veces situaciones de abuso y nepotismo, algo que los gobernantes marroquíes quieren hacer cambiar.
Los datos reflejan que durante el pasado año se produjo la detención de 457.923 personas, de ellas 143.248 traficantes de drogas. En estas operaciones se incautaron un total de 141 toneladas de hachís, 420 kilos de cocaína, así como 708 .000 pastillas y sustancias psicotrópicas.
Las citadas estadísticas anuales reflejan que se detuvo a 3020 personas por delitos relacionados con la libertad sexual, así como a 5770 hooligans por acontecimientos deportivos, en especial el fútbol donde, por citar un ejemplo, el pasado marzo en el estadio de Casablanca se produjeron dos muertes y 54 heridos al enfrentarse dos facciones de aficionados del club Raja Casablanca. El vandalismo es habitual fuera y dentro de los estadios, en especial, por grupos de menores.
Entre las medidas del Gobierno para modernizar los cuerpos policiales, la Gendarmería, se encuentra la imposición del estudio del idioma inglés, una nueva vuelta de tuerca para potenciar dicho idioma, en detrimento de otros, entre ellos el español, el cambio de uniforme de azul a blanco y negro, así como la reorganización de la Policía Judicial y un nuevo laboratorio médico.
Estas cifras, en especial las referidas a detenciones anuales reflejan otro problema de fondo, la situación en las cárceles marroquíes con una masificación de presos. Marruecos es el país árabe con un mayor número de población carcelaria, superior a países con una población mayor o similar, según un estudio del Centro Internacional de Estudios Penitenciarios (ICPR, siglas en inglés) hecho público el pasado febrero.
La última ‘lista mundial de la población carcelaria’ está liderada en números absolutos por Marruecos que ocupa el puesto 19 en cuanto a números de presos totales. Según la última cifra facilitada por la Dirección General de Prisiones marroquí a finales de agosto de 2015, había 76.794 presos, de los que casi la mitad, un 42 % eran preventivos. Marruecos cuenta con 77 cárceles.
La alta cantidad de presos preventivos se ha convertido en un problema, hay un aumento del 5,5 % anual de la población reclusa con tasas de hacinamiento del 44 %, según las cifras de la administración penitenciaria.
Además, Marruecos ocupa la tercera plaza de la lista en cifras relativas, con 222 presos por cada 100.000 habitantes, sólo por detrás de Bahrein (301) y Emiratos Árabes Unidos (229). A título comparativo, el país vecino Argelia, con una población poco superior a la marroquí, tiene 60.220 presos, según la lista mundial, y un ratio de 162 reclusos, Túnez, 212, Libia 99 y Egipto, 76. La media mundial es de 144 presos por cien mil habitantes.
El oficial Consejo Nacional de Derechos Humanos (CNDH) hizo en 2012 un informe muy crítico con la situación de las cárceles en el país, en el que denunció las condiciones a menudo degradantes de las prisiones y la persistencia de los malos tratos y los abusos, aunque recalcó que estos últimos son individuales y no sistemáticos.
Un recuerdo para los presos españoles en Marruecos. Según datos de junio de 2015, hay 124, es el séptimo país donde hay más compatriotas presos. De las quejas recibidas a la defensora del pueblo español, Soledad Becerril, se deduce que un buen número de los internos españoles padecen enfermedades, como “depresiones, úlceras, reumatismo o artritis”. Además, las quejas recibidas se refieren al sistema legal, a la propiedad económica para hacer frente a los gastos que se requieren, inseguridad, desnutrición, insalubridad y hacinamiento.
Hay que apuntar que existe un convenio bilateral que permite a los presos españoles solicitar cumplir la condena en España.